hoy os traigo un post que no tiene mucho que ver con la Navidad, que ya estoy un pelín saturadilla de ver tanto arbolito y tanta estrella por las redes sociales y me apetece hacer algo distinto (pero tranquis que esto me dura solo hoy, ya os traeré más tutoriales navideños que se avecina el puente de diciembre y siempre me pongo manos a la obra).
Este diy os va a venir muy bien si os gustan las cosas bonitas o si sois un desastre con el orden (¡yo soy lo peor!) Es un pequeño organizador de sobremesa hecho a partir de una huevera. Con él siempre podéis tener a mano y bien ordenadas las cosas del día a día de un escritorio.
Lo que necesitas para hacer este diy seguro que lo tienes por casa: una huevera, pinceles y tus pinturas favoritas. A mí me apetecía darle un toque pastel al escritorio así que cogí blanco para la base y mint, rosa capricho y violet, mi nuevo fichaje en colores empolvados. Si os gusta está en la nueva colección de colores chalk de La Pajarita.
Lo primero que hay que hacer es pintar la base de blanco. Este paso es totalmente opcional, pero a mi el color amarillento del cartón original no me convencía mucho. Además, al aplicarle un color tan clarito conseguimos que parezca más limpio y grande.
Dejamos secar unos minutos la primera capa de blanco y luego ya podemos aplicar los colores. Podéis hacerlo como más os guste: todo de un color, de forma ordenada, utilizando 6 colores, ... lo que prefiráis. Yo he dispuesto los 3 colores de forma alterna para darle un toque más informal, pero como os decía, esto va según los gustos de cada uno.
Dejamos que las pinturas sequen durante otro rato y después ya tendremos listo nuestro organizador de escritorio. Solo tenemos que pensar qué necesitamos tener a mano más a menudo. Yo, por ejemplo, he puesto: dos tipos distintos de chinchetas, encuadernadores, clips, pinzas metálicas y pinzas de madera.
Como podéis apreciar en el fondo de la imagen, me gustó tanto el resultado y la combinación de colores que decidí hacer unos lapiceros a juego. Simplemente cogí tres tarritos de cristal de yogur y pintarlos con un brocha con los mismo colores que el organizador.
Los he utilizado para ordenar mis lápices, pinceles y bolis técnicos. En el último tarro parece que se ha colado un boli de un conejito muy cuqui pero es que además de ser mono, pinta muy fino y me viene genial para hacer mis croquis de arquitectura.
¿Qué me decís? Es una idea súper sencilla pero a mi me parece que es lo más útil que se puede tener. Ahora toca sentarse a la mesa y darle uso, pero no vale que sea una especie de acumulador de cosas sueltas, tenéis que intentar darle el uso que se merece algo tan mono.
Nos vemos,
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