Hace tiempo me compré un objetivo nuevo para la cámara de fotos. Como en la funda de la cámara no me cabe ni tampoco si lo llevo montado entra, lo tengo por casa guardado en un cajón esperando a comprarme una funda donde me quepa la cámara y los dos objetivos. Asique no lo gasto casi porque cuando cojo la cámara llevo siempre montado el objetivo pequeño y el nuevo se queda en casa olvidado.
La otra tarde merendando unas papas pensé " y si cabe aquí dentro el objetivo?", abrí el cajón y comprobé a ojo que si parecía que entraba. Cuando se acabó el bote de papas lo lavé corriendo y ahora si que metí dentro el objetivo! Pero quedaba demasiado largo y no era bonito.
Veamos lo que hice!
Me dimos el objetivo y marcamos el bote, añadiendo un centímetro o dos, con cuter cortamos a la medida. Buscamos un papel bonito y forramos el bote.
Y así de bonito quedó, ahora ya me puedo llevar el objetivo a todas partes sin tener que preocuparme de que se me ralle o se estropee por culpa de algún golpe.
Ah! Le añadí un detallito más para que la tapa quedase bien sujeta. Si queréis verlo pronto estará en Instagram, no os olvidéis de seguirnos en nuestras redes sociales para enteraros de todo lo que vamos haciendo.
*Irene*