Éstos son los materiales…
… y éste es el resultado, ¡tachán!
Aquí van unos truquitos para hacerlas:
Cortar aproximadamente un metro de cada color (4) y comenzar dando un nudo en el nacimiento de una de las tiras desde el centro. A continuación, sólo teneis que dar vueltas y vueltas con el primer color, tapando con ello el nudo y las hebras sobrantes. Luego, ya sólo teneis que ir cambiando el color que gira (los demás se van tapando con estos giros) y usar vuestra creatividad para hacer combinaciones como las que veis: girar dos o más colores a la vez, dejar dos hilos retrasados para girarlos luego sobre un color liso…
Cuando hayáis cubierto toda la tira, dar un nudo al final. Para añadir la tira que da vueltas al tobillo, yo he utilizado un cordón negro: anudáis ese cordón al lugar de donde tiene que partir y, con los hilos de color con los que habíais forrado la tira, proseguís forrando el propio nudo de remate de esa tira y el nudo que marca el comienzo del cordón. Y seguís, seguís y seguís… hasta la longitud deseada. Luego rematáis con un nudo o dos y cortáis.
Obviamente con un metro no os da para todo (da para la tira y un poco más), así que tendréis que añadir más hilo (otro metro y medio, +/-). Para ello, solo tenéis que empalmar los hilos con un nudo y cuidar de que este nudo quede cubierto al girar con otro color.
Ya sólo os queda repetir con el otro lado, y luego con la otra sandalia.
Lo sé… explicado parece un poco rollo, pero, ¡no puede ser más fácil! Además se hace bastante rápido y es muy entretenido.
¡Animaros y consultadme cualquier duda que os surja!
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Fuente: este post proviene de kuki designs, blog de craft, DIY, diseño, escapas y más..., donde puedes consultar el contenido original.
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