El día que estuve buscando imágenes para el post sobre la decoración Shabby Chic me quedé especialmente prendada de una de las fotos: un bote de cristal relleno de flores que me pareció de lo más decorativo.
Así que me decidí a hacer uno igual para mi salón, no podía ser más fácil: un bote de cristal con tapa y unas flores artificiales que tuvieran buena pinta.
Las flores las encontré muy rápido, pero el bote... eso fue otro cantar. Después de pasearme por varias tiendas y no encontrar nada que me gustara (mucho corazón y letras en relieve) me di por vencida.
Pero con toda la suerte del mundo que cuando me iba yendo de la tienda Casa encontré una quesera muy mona y pensé en usarla como sustitución del bote ¡manos a la obra!
Finalmente solo necesité una quesera, unas flores artificiales y un poco de chalk paint para pintar la base de la quesera, que prefería que no se vieran las letras de "queso".
Separé las flores y un par de hojas del tallo y envejecí la base de la quesera tras pintarla (esto lo hice con un poco de tinta para sellos Versafine y una esponjita, presionando más en algunas zonas y en los bordes). Luego le puse un poco de cera para protegerla.
Y ya está. Finalmente solo tuve que colocar las flores del modo adecuado y conseguí de esta forma tan rápida y sencilla un elemento decorativo para el salón muy romántico y especial.
¿Qué os parece, os ha gustado? No todos los DIY tienen por qué ser complicados...