Llevaba tiempo acumulando hojas secas. He colocado unas cuantas en marcos de fotos, bajo el cristal de una mesa... pero quería hacer algo diferente. Al fin se me ocurrió la idea de la corona y es tan sencillo que ¡no sé cómo no lo había hecho antes! Se necesitan muy pocos materiales:
Un trozo de cartón
Pegamento
pintura
hojas secas
un cordel
Puedes utilizar hojas secas que encuentres por la calle o coger hojas frescas y secarlas entre las páginas de algún libro para que queden completamente lisas. Si añades un toque de purpurina en las puntas puedes aprovechar la corona para estas navidades ¡Verás que efecto más chulo!!
Lo primero es pintar las hojas. Yo he elegido dos colores de la misma gama, para intercalarlos después. Pinta con un pincel suave para que no se rompan las hojas, y con la pintura aún húmeda, añade la purpurina en las puntas. Deja las hojas secar.
Lo segundo es crear la corona. Dibuja dos círculos en el cartón, uno dentro del otro, procurando dejar un espacio entre ellos suficiente para pegar después las hojas secas. Recorta el cartón por fuera y por dentro de modo que te quede un aro. Ahora coloca el cordel para poder colgarlo después.
El último paso es pegar las hojas. Puedes colocarlas de muchas formas: con los rabitos hacia adentro, unas sobre otras en línea circular, descolocadas, intercalando tipos de hojas... ¡Crea la composición que más te guste! Yo he colocado las hojas más grandes primero y encima las más pequeñas, intercalando los colores.
¡Y listo! Ya tienes una corona preciosa para colocar en cualquier rincón de tu casa.
¿Qué te parece el resultado? ¿Te animas a hacerlo?
¡Feliz puente!
¡Un abrazo enorme!