Cuando Pedro me dijo que me iba a hacer unos pendientes con unos fusibles usados... se me quedó cara de poker ¿Fusibles?¿En mis orejas?¿Estás loco? Pero no le dije nada de esto, claro... ¡Ah, vale cariño, que guay, me encanta el reciclaje! ¿Pero que es un fusible? Entonces el que me miró con cara de poker fue él...
En fin, que parece que le voy a dejar una sección fija a mi hombre... porque me encantan los pendientes, llaman un montón la atención y resultan muy fáciles de hacer.
Para este DIY necesitamos fusibles, bolitas de las que se usan para hacer pulseras, engarces de pendientes y un soldador de estaño (que podéis sustituir por pegamento super-fuerte).
Abrimos los fusibles, si le acercáis un mechero para que derrita el pegamento os será más fácil y le metemos las bolitas, volvemos a cerrar asegurando con una gotita de pegamento.
Soldáis o pegáis los engarces de pendientes y listo, a lucir pendientes únicos, hechos a mano y reciclando ;)
Por cierto, hay fusibles más grandes que quedarían más lucidos y además de bolitas podéis meterle, semillas, virutas de metal o lo que se os ocurra, las posibilidades son infinitas.
¿Qué os parecen?
¿A que son originales?