Si recodáis, elegí una caja de madera y unos separadores de archivador para la estructura, en estos días me he puesto manos a la obra con ellos y ya tengo todo listo y preparado.
AQUÍ puedes leer mi anterior entrada donde hablo de los materiales.
También podrás ver todas mis publicaciones sobre este proyecto en el blog Diario de Navidad en el que participo como miembro del equipo de diseño (DT)
Lo primero era elegir los números, quería que fueran en dorado, eso lo tenía claro, pero además que fueran muy finos como si estuvieran hecho de alambre, así que un troquel de Waffle Flower que me encanta me pareció la opción ideal. Mirad como quedaron.
Los número van pegados en la pestaña de cada separador, uno por día y como podéis ver comienzan el 13. Siempre lo hago así, es porque en mi familia la Navidad comienza el día de Santa Lucía, se pone el belén, árbol... y merendamos chocolate con estrellas de Oriente (o churros, según el tiempo que tengo).
Precisamente porque sé que en este primer día de mi diario hablaré de esa tarde de merienda y que usaré mi mantel de meriendas navideñas en cuadros rojos y blanco, he pegado este papel tan mono que tenía reservado.
Pero todo diario de Navidad tiene su portada y éste no iba a ser menos. Hablando de portadas, ahora es cuando yo sola me monto la película. Os cuento.
Suelo buscar que un proyecto como éste, esté lleno de simbolismo, por eso he querido reflejar en el exterior del diario el frío del lugar donde vivo, esas mañanas donde el "dorondón" (escarcha) lo cubre todo y los cristales de las ventanas parecen de hielo. Sólo de pensarlo tirito de frío, pero así es Teruel.
Un acetato translúcido bordeado de polvos de mica transparentes, papel de acuarela troquelado, copos de Liquid Pearl perlado y estos chipboards tan bonitos que me enviaron de Kora Projects y que he embosado en dorado, es todo lo que he usado en esta portada, además del título troquelado en cartulina dorada con troqueles de La Pareja Creativa.
La caja también refleja el frío de mi tierra. Está pintada con chalk paind en blanco y decorada con chipboard de Kora Projects y un letrero metálico que he alterado y pegado el año. Este letrero es parte de los restos que me quedan de cuando hacía casas de muñecas y tejas decoradas, ya sabéis que en scrap todo vale.
Si quieres ver cómo el alterado esos chipboards de Kora Projects puedes pasarte por su blog, en él también participo como miembro del DT.
Pero a pesar de tener este exterior tan frío, quiero conseguir que en el interior queden reflejados esos momentos cálidos que vivimos estos días; las risas de las cenas en familia, esas tardes junto a la chimenea en buena compañía, la belleza de los edificios iluminados, esos dulces que hago con mi hija y tantos y tantos momentos que luego guardaré como tesoros en mi Diario de Navidad 2017.
Por ahora esto es todo, os espero en diciembre con una nueva entrada. De momento dejo preparadas cada una de las fichas de este archivador dispuestas para albergar fotografías y recuerdos de Navidad.
¡Hasta pronto!
Besicos
LUZ