Adquirimos un pliego blanco y lo doblamos por la mitad... Desde el extremo exterior, y con un simple rotulador, hicimos una linea con todo tipo de curvas y llevándola hacia el doblez realizado.
He aquí la muestra.
Sólo teníamos que recortar siguiendo el dibujo y siempre manteniendo unidas ambas mitades de la gomaeva...
Aprovechamos bien el pliego y nos salieron estas dos figuras.
Como simulacros de copetes quedan magníficamente sobre las puertas, ¿no os parece? Éste está simplemente apoyado sobre el quicio.
Pero la idea original era decorar esta pared del dormitorio de una de nuestras Julias. La situación de la cama, entre la ventana y los estantes de pladur, no dejaba espacio para un cabecero, que era la idea inicial de su madre. Y, mientras buscamos otra solución, nuestro copete ficticio hace las delicias de Perico, que ya ha intentado despegarlo de la pared, a la que lo hemos adherido con unos simples adhesivos...
¿Gustará a l@s seguidores de Marcela la idea? Vamos a ver qué nos depara este finde frugal en su blog. ¡Acompañadnos!
¡Feliz fin de semana!