Hoy la excursión es al campo, para disfrutar de la naturaleza, el sol, la lluvia y todo lo que podemos encontrar por un camino, que con niños nunca se sabe, son capaces de encontrar cosas que nosotros los adultos no vemos.
Hemos descubierto una dehesa muy cerca de la ciudad, un lugar junto a los edificios y oficinas que diariamente nos ven trabajar y que al llegar a su interior nos transporta a un remanso de paz.
Es la Dehesa-Monte de Valdelatas, en la M-607 y que pertenece al término de Alcobendas, población situada al norte de Madrid.
Para acceder a este paraje, tenemos que tomar la salida 15 de la carretera M-607 y dejar el coche aparcado en la entrada de la Dehesa. O bien, desde la calle Peñalara en Alcobendas. El monte queda entre ambas carreteras y en el interior se comunica, podéis verlo aquí.
Son 209 hectáreas para contemplar la naturaleza.
Dentro tenemos un gran pinar con muchos senderos por descubrir y zonas de juegos y mesas para disfrutar con los niños o después de una larga caminata.
Es un monte muy frecuentado por ciclistas, pues la vía ciclista de la M-607 discurre por la entrada de la Dehesa.
También podemos descubrir parajes escondidos y llenos de historias, que esta vez nos tendremos que inventar.
El Arroyo de la Almenara riega estas tierras, aunque podemos disfrutar de pequeños afluentes y riachuelo, más en esta época del año en la que no para de llover.
Aunque veamos las aguas claras y cristalinas, la cercanía a la ciudad y la "civilización", hacen de estas aguas no aptas para el consumo, por lo que no encontraremos fuentes con agua potable. Importante será ir bien dotados de cantimploras y bebidas para los niños y mayores.
Aunque el bosque era originalmente de encinas, la tala y la reforestación han llenado buena parte de pinos piñoneros y arbustos bajos tipo la jara y la retama.
Pero lo que más me gusta de estos paseos por el campo es intentar descubrir, inventar o imaginar qué historias ocurrieron hace años en aquellos lugares, ¿quiénes construyeron aquellos viaductos, en qué condiciones, cómo irían de caza, o simplemente pasearían...?
En fín, las mil y una historias que habrán contemplado esas encinas y llevan escondidas dentro.
Llamarme sentimental, pero así es cómo disfruto de todo... y me encanta pensar en voz alta y preguntar a los niños o al #buenpadre qué inventarían ellos....
Espero os haya gustado y un día os animéis a disfrutarla.
Ya sabéis dónde estrené el gorro y los guantes ganchilleros que os enseñé aquí y aquí.
Si queréis cotillear un poquito más, podéis ver más fotos en IG