Llevaba desde hace algún tiempo pensando en llevar a cabo una idea que se me había ocurrido, pero no me terminaba de decidir a llevarla a la práctica, sobre todo porque tenía que ir a buscar el elemento principal e importante que requería toda esta historia. Se trataba de 2 camisetas de niño de color amarillo. Así que, la semana pasada, ya por fin me acerqué a por ellas, pero resultó que sólo tenían una de las tallas que iba buscando. Parecía que esto iba a ser una tarea imposible. Pero ya, después de tanta historia, esta semana he conseguido la otra camiseta.
Cuánto misterio...
En fin, como ya habréis podido suponer, he estado pintando camisetas. En dos ratillos que me puse ayer, he hecho una camiseta para cada uno de mis niños, una para Iván y otra para Abel. Y se la he pintado con el ídolo número uno actualmente de los niños (aunque para mi siga siendo algo incomprensible...): Bob Esponja.
Hace ya tiempo se me ocurrió que, si conseguía las camisetas amarillas, les pintaría una camiseta a cada uno en la que sólo apareciesen los ojos, nariz y boca del personaje en cuestión. Y mira por donde, ojeando el otro día un catálogo de un hipermercado, vi que mi idea ya existía y que quedaba muy bien, así que entonces fue cuando terminé de decidirme.
Esta fue la camiseta que vi en el catálogo:
Busqué por Internet a ver si encontraba la imagen que yo quería, y en un momento ya la tuve impresa para poder copiarla:
A continuación, con pinturas y rotuladores especiales para tela, pinté las camisetas. Y este ha sido finalmente el resultado, que para qué vamos a dar ya más vueltas...
Y así es como he conseguido hacer un poquito felices a los niños, sólo por 2€ cada uno (que fue lo que me costó cada camiseta) y un ratito de dedicación a la pintura sobre tela.
Espero que el resultado os haya gustado.
Nos vemos en la próxima entrada.