Llega ese día en el que por fin decides que tu vida gire alrededor de palabras escritas desde tu imaginación, pero, ¿Cómo le dices a tus padres, tus amigas o tu pareja que quieres ser blogger? ¿Qué lo dejas todo para luchar por ese sueño? Ni siquiera saben lo que es, no saben todo el trabajo que existe detrás de un blog y además tienes que soportar la maldita pregunta de ¿Pero cuánto ganas? ¿Cobras bien? A lo que respondes con una sonrisa, que echas más horas que un reloj y no ganas nada pero mantienes la esperanza de que alguien te pueda leer y en un futuro no muy lejano ganarte la vida solo con ello, escribiendo, compartiendo tus ideas y pensamientos.
Creo que en los tiempos en los que estamos tenemos un arma demasiado fuerte y que estamos tan acostumbrados a tener que ni siquiera nos damos cuenta de su poder. Internet es un lazo entre las personas muy bonito, puede unir a familiares en la distancia, crear grandes amistades aunque existan kilómetros de por medio, puedes ayudar a un emprendedor que sigue luchando por su sueño a pesar de todo.
¿Sabes por qué de pequeña no sabía que quería ser blogger? Porque en aquellos años ni siquiera existía aquí esta profesión, pero seguramente si me hubiera tocado ser pequeña en estos tiempos me hubiera gustado que mis padres me hubieran enseñado todo lo bonito que se puede hacer a través de internet, se puede aprender, se puede leer, puedes comprar aquí y en Pekín sin moverte del sitio, se puede aprender a crear y a motivarse uno mismo. En nuestras manos está como queremos que sean las redes en un futuro. En nuestras manos está que las siguientes generaciones digan;
?de mayor quiero ser como tú, quiero ser blogger?.