Elegir una botella
No todas las botellas son aptas para esta práctica, aunque quedan especialmente bien las botellas de diseño, sobre todo, las utilizadas en perfumes, licores o cualquier tipo de líquido de consumo más lento, un producto más exclusivo. Esa es la idea perfecta para realizar estas miniaturas.
Es fundamental que el cristal sea lo más transparente posible y que no tenga irregularidades, ya que esto hará mucho más fácil su observación una vez terminada la obra.
Puedes probar estas características con papel de periódico. Introdúcelo en la botella e intenta leer líneas de letras pequeñas atravesando todas las superficies del cristal. Así, cuando haya alguna irregularidad, lo notarás fácilmente en las letras del periódico.
Pensar para el después
Cuando realizamos este tipo de manualidades tenemos que pensar en todos los detalles que deberemos colocar, para organizar su introducción y colocación. Evidentemente, el cuello largo de una botella será más incómodo que uno más corto. Al igual que tendremos que contar con el orden de colocación de las piezas. Es aconsejable hacer un planning en papel para ordenar todos los movimientos, materiales y técnicas de colocación.
No practicar fuera
Puede parecer un consejo estúpido e, incluso, erróneo, pero es fundamental no practicar los movimientos y la colocación de las piezas fuera de la botella. Si lo hacemos, corremos el peligro de contar con esa técnica para hacerlo de forma definitiva en el interior. Sin embargo, lo que fuera puede colocarse fácilmente, dentro puede ser totalmente imposible, según la forma en la que se coloque.
Ahora ya tienes las líneas básicas para empezar a practicar este arte que, además de dar un resultado asombroso, es una de las prácticas de manualidades más relajantes y estimulantes, debido a su dificultad y a la satisfacción que produce este trabajo acabado. ¿Os animáis a compartir vuestros barcos? En Facebook ya nos han enseñado algunas de las obras que hacen nuestros seguidores, como las que ilustran este blog.