Después de un par de meses pensando si me lanzaba o no, os presento mi primera pluma estilográfica. Aunque parezca una tontería ha sido algo muy meditado, principalmente por dos factores: nunca he tenido una pluma “de verdad” y por tanto desconocía si iba a cumplir con lo que buscaba, y además soy zurda, cosa que complica un poco escoger con qué escribo.
Por supuesto, de pequeña tuve un par de plumas, pero estaban a años luz de esto. Ni siquiera sabía que había que limpiarlas, y su calidad dejaba mucho que desear. Además, recuerdo que era horrible escribir con ellas porque siempre se corría a tinta, no importaba en qué posición escribiera. Así que mi experiencia anterior no había sido muy positiva.
A principios de año me empecé a fijar en las estilográficas (en parte gracias a grupos de bullet journal en los que participo y a Instagram), y además coincidió con mis ganas de mejorar mi letra y con la necesidad que tenía de encontrar algo con lo que escribir hojas y hojas sin parar. Ya sabéis que mi bolígrafo favorito es el Pilot G-Tec-C4, que escribe finísimo y va muy bien, pero debo también decir que para escribir un diario, no sirve. No desliza lo suficientemente rápido cuando tienes mil pensamientos y palabras que quieres plasmar en papel. Cansa la mano porque tienes que hacer algo de presión. Es perfecto para mi bullet journal, pero para escribir de la otra manera no me sirve. A causa de esto he pasado un tiempo sin escribir con regularidad, y me he dado cuenta de que lo necesito. Quizá sea a raíz de “El camino del artista”, que me acostumbró a escribir todos los días, o quizá sea una manera de no tener en mi cabeza demasiadas cosas, pero necesito escribir.
Las estilográficas Lamy siempre me habían llamado la atención por su diseño, así que cuando tuve claro que quería una pluma, la elección estaba prácticamente tomada. Soy muy visual para estas cosas, creo que no solo es importante que algo que vas a usar a menudo funcione bien, si no que tiene que llamar también tu atención y gustarte. Además, que el plumín (la punta, para los que no entienden de plumas) se pudiera intercambiar por otros de diferente grosor, también es un punto a su favor. Puedes tener una estilográfica y utilizarla de distintas formas según lo que necesites :)
Ahora que ya la tengo en casa y he empezado a usarla, ¡no puedo estar más satisfecha con la elección! Escribir con pluma es una sensación completamente diferente a la de usar un bolígrafo, y es verdad que al principio hay que acostumbrarse, pero es una sensación positiva. Prácticamente va sola. Incluso te hace tener una letra distinta a la que tienes con el boli (decidme que no soy la única a la que le pasa), en mi caso mucho más bonita, jajaja. Es justo lo que necesitaba para salir de mi estancamiento respecto a la escritura.
Como lo divertido es poder utilizar diferentes tintas y colores, junto a la Lamy pedí unas muestras, así voy probando y conociendo marcas y colores para ir escogiendo mis favoritas. La ventaja de la Lamy Safari es que puedes utilizar cartuchos de la misma marca o usar un convertidor para ponerle cualquier otro tipo de tinta. ¡Y tienen un plumín para zurdos que es el que yo pedí con la mía!
Así es como escribe con el plumín de zurdos y la tinta azul de la marca Lamy que viene con la pluma. Perdonad mi letra, pero aún estoy en proceso de aprendizaje. Justo ayer me llegó el segundo plumín para ella, el extra fino, porque estoy acostumbrada a escribir muy pequeño y finito, y el de zurdos se me hacía grueso. Ojo, grueso en mi mundo significa aproximadamente el trazo que tendría un boli de 0.5, no es que sea grueso realmente.
Por lo demás, si sois zurdos y estáis pensando en comprar una Lamy, os lo recomiendo, porque es comodísimo escribir con él, se desliza muy bien y es un pelín más fino que el plumín M por lo que he podido comparar con mi amiga Carolina.
Y aprovechando que os he hablado de la estilográfica, quería también mencionar el cuaderno que veis en las fotos, porque tengo un buen alijo de cuadernos A6 que os quiero ir enseñando y que serán para mi próximo bullet journal. Este en concreto os lo quiero enseñar para que no lo compréis. Sí, para que no se os ocurra comprarlo.
Fue una de esas compras que haces en Aliexpress para probar nuevos productos. En principio todo genial: buen precio, 128 páginas, diferentes pautados en el mismo modelo incluyendo puntos, y apto para muchos tipos de tintas (aunque ya no está disponible justo en ese anuncio, podéis ver el cuaderno aquí). Estaba probando diferentes tamaños A6 para el siguiente bujo y me pareció que por el precio no tenía nada que perder.
El problema vino al empezar a usarlo. ¿Veis el pautado? Mirad bien la foto de arriba Si os dais cuenta, está impreso irregularmente, y cada página tiene el margen de forma distinta. En unas hay más borde, en otras menos, en otras no está recto (y hace que la página quede escrita como si te hubieras torcido) y en algunas directamente no hay ni margen. A lo mejor vosotros podéis vivir con ello, pero yo no. Es superior a mí. Más aún cuando lo he estado usando como diario y salta a la vista en cuanto llenas una página.
Abajo es todavía más evidente. He distorsionado el texto por razones obvias, pero mirad como en la parte del lomo, donde se unen las dos hojas, ni siquiera hay margen. Puede que quizá haya tenido mala suerte y sea un defecto aislado, pero yo no me vuelvo a arriesgar. Dicho esto, si podéis vivir con ello, es una buena compra. La tinta no traspasa ni con boli ni con pluma y tampoco las tintas para sellos que he usado antes de decidirme a hacerlo desaparecer de mi vida.
Me parece que vais a ver por aquí alguna que otra publicación en la que hable sobre estilográficas y tintas, porque la Lamy no va a ser mi única pluma, eso sí lo tengo claro :D
Y ahora, si estáis como estaba yo y vais a comprar vuestra primera pluma, os diré algunas cosas para novatos como yo:
– Para elegir el plumín que mejor vaya contigo, fíjate en tu forma de escribir. ¿Escribes pequeño? Coge uno fino. Si escribes más grande, te irá bien con un M. Si tienes la suerte de poder probar varios antes de comprar, dibuja la letra “e” con diferentes plumines. Si la parte que forma el bucle de la letra no queda separada y se junta entre sí, es que necesitas un plumín más fino. Cuando dibujes la letra “e” con tu escritura habitual y quede perfecta, es que has encontrado el plumín del trazo que necesitas.
– ¡Aprende a limpiar y cuidar tu estilográfica! Hay que limpiarlas cada mes y medio aproximadamente, y dejarlas limpias siempre que no se vayan a usar por un tiempo. Guárdala con la punta hacia arriba u horizontalmente y no la lleves boca abajo. Utiliza agua, aguja con una gota de jabón o un limpiador especial. Normalmente, con agua es más que suficiente. Nunca uses lejía porque estropea algunas partes internas de la pluma.
– No la prestes. A nadie. La pluma se adapta a ti con el uso, si se la dejas a otra persona, corres el riesgo de que luego escriba diferente.
– Practica mucho. Si quisieras correr una maratón, ¿qué harías? ¿Entrenar todos los días o simplemente comprarte las mejores zapatillas de running que vendan? Pues con esto pasa igual. No te compres una pluma carísima pensando que escribirás mejor, practica todos los días y entonces sí notarás la diferencia.
En YouTube hay un montón de canales de gente que entiende de estilográficas (con miles de consejos útiles si no tenéis ni idea), y podéis ver demostraciones de cualquier modelo que se os ocurra. Tengo que hacer una recopilación de webs y canales a los que estoy enganchada últimamente.
Si alguna de vosotras utiliza estilográfica, ¡necesito ideas! Estoy pensando cómo guardar todas las muestras de tintas, cómo hacer un cuaderno con el test de cada una y por supuesto me encantaría saber qué plumas tenéis y cuáles recomendáis, porque ya estoy a la caza de la siguiente. Especialmente me interesan con punta flexible y también alguna con la que pueda hacer dibujos rápidos.