Estamos metidos de lleno, en estas fechas, en la vorágine de la Navidad. Y frente a las calles iluminadas, las casas decoradas y los regalos, nos encontramos también con el otro lado de la moneda, del consumismo desmedido y la montaña de desperdicios.
¿Es posible llevar unas Navidades más responsables?
Hoy recojo en este post diferentes ideas que te ayudarán a llevar unas fiestas más responsables con tu entorno.
Hay muchas maneras de ser más responsable en cuanto a los regalos. Lo primero, no regalar por regalar. Es decir, muchas veces tendemos a pasarnos, a llenar el árbol de muchos regalos. Y realmente, no es necesario.
Yo prefiero centrarme en un único regalo, o dos, a ser posible algo que la persona que lo recibe necesita o le gusta mucho, es decir, que no sea un regalo que acabará al fondo de un armario, sin usarse. Buscar calidad y practicidad, o si es posible, que sean productos ecológicos o de mercado ético.
Me ha gustado mucho la Regla de los 4 regalos que he leído en el blog Hervidero de Ideas: La idea es evitar el síndrome de niños hiperregalados, algo que está pasando muchísimo actualmente. Darles todo lo que pidan impide que los niños sepan valorar lo que tienen. Estos 4 regalos que mencionan el el blog son:
Un regalo que sirva para llevar/usar (ropa o complementos)
Un regalo que sea algo que necesiten (practico)
Un regalo relacionado con la lectura (libro/cómic, etc.)
Un regalo que hayan pedido, algo que les haga mucha ilusión
Pero hay otras maneras de ser responsable con los regalos, por ejemplo, apoyando el pequeño comercio, lo artesano (y seguro que hay más de un/a artesano/a que conoces a través de los blogs o redes sociales, que admiras); o regalar experiencias, que no ocupa espacio en tu casa, pero sí en tu memoria. O incluso, regalar donaciones de dinero a alguna actividad u ONG que apoyes.
Si tienes que buscar juguetes para niños, están reapareciendo en muchas tiendas los juguetes elaborados con materiales más tradicionales, como la madera o las telas. Una gran alternativa al plástico y además ¡me parecen tan chulos!
A la hora de envolver los regalos ¡aquí tenemos un punto importante de creación de residuos!
Se estima que en EEUU se desechan un 25% más de residuos entre las fechas de Acción de Gracias y Año Nuevo, que durante el resto del año. Esto se debe a los restos de embalaje, paquetería (ahora consumimos mucho más comercio online, con lo que conlleva), restos de comilonas...Y por aquí pasa lo mismo. No hay más que salir a la calle los días después del Black Friday o en Navidades, para encontrarte los cubos de basura -y a veces al rededores- llenos de cajas y bolsas, de todos los paquetes que generamos.
Además, muchos de los papeles de regalo que se venden no son reciclables, al ser papel plastificado. Una solución es usar papel de regalo que sea 100% papel (con lo que se podría reciclar) o bolsas de regalo, que podemos reutilizar posteriormente, o probar a envolver con tela (o furoshiki). Separar los envases correctamente también es una ayuda más (no mezclar papeles, plásticos y cajas en la misma bolsa).
A la hora de comprar online, piensa que cuanto más rápida la entrega, generalmente más contamina (si el envío es aéreo, ya ni te cuento) y a ser posible, haz tus compras en grupo (batch shopping) para que un envío contenga todas las compras, en vez de hacer diferentes envíos.
De siempre se han asociado las fiestas de Navidad con las reuniones (amigos, empresa y familia) y las grandes comilonas. Además de que a nuestra salud no le conviene pasarse todo un mes a atracones y dulces, a nuestro entorno tampoco le hace ningún favor. En España se generan 7,7 millones de kilos de basura al año, solo en alimentación. Un 42% del despilfarro alimentario se produce en nuestras casas...vamos, que todo lo que podamos hacer, será un gran granito de arena que aportar a reducir esas cifras.
Controla las raciones, reduciendo el tamaño de los platos o el número de raciones, para evitar el desperdicio y que sobre tanta comida. Y, por supuesto, si finalmente sobra (que cocinar para muchos es complicado de calcular) ¡congela y re-aprovecha! Y si celebras las comilonas fuera de casa, no tengas reparo en pedir que te pongan las sobras para llevar. Allí las tirarán a la basura y tú puedes aprovecharlas en casa para alguna receta de aprovechamiento.
Otras ideas son usar productos de temporada (estoy encontrando mucha fruta tropical y de verano en los supermercados, a finales de diciembre, es una locura), de cercanía (kilómetro 0) y a poder ser, ecológicos. Últimamente están abriendo más tiendas de este tipo (una en mi barrio, recientemente) y procuramos comprar ahí ciertos productos. Lleva la lista de la compra hecha de casa: llevar las ideas claras de lo que necesitas realmente comprar, ayuda a evitar el derroche y la compra por impulso.
Puedes evitar todo lo posible (aunque es muy complicado muchas veces) el consumir productos sobre-envasados, con lo que se genera mucho desperdicio de plástico de un solo uso. Lleva tus bolsas de tela (o recicladas) a la hora de hacer la compra (por suerte se ha puesto ya en marcha en casi todos los comercios, el cobro de las bolsas de un solo uso, lo que hace que la gente se conciencie más, aunque sea a base de tocarles el bolsillo).
Otra forma es evitar la vajilla de usar y tirar en las celebraciones. Sí, fregar luego todo eso es un aburrimiento y por supuesto, implica consumo de agua y/o electricidad (si usas lavavajillas) pero evitamos generar ese residuo de plástico de un solo uso, que normalmente acaba en los mares.
En casa somos algo más austeros en cuanto a decoración navideña. Tenemos un árbol de plástico (no uno natural, que quizás sería mejor, si lo conservas en maceta y mantienes vivo) pero lo usamos durante muchos, muchos años. Es decir: ya que lo tenemos, no lo desechamos porque queramos pasar a otra alternativa más ecológica. Lo usamos mientras tenga funcionalidad. Y reutilizamos la decoración año tras año. Además, algunos años me he puesto a hacer decoración hecha a mano y con materiales reciclados Otras veces, reutilizo materiales para usarlos de adorno (como los lazos de terciopelo que usan en los paquetes del El Corte Inglés).
Una alternativa es usar materiales y elementos naturales para decorar por casa, como piñas, ramitas de pino o abeto, que puedes usar para crear coronas o centros de mesa.
En casa evitamos usar confetis, nieves o poliespán, que además de ser materiales que contaminan y no se reciclan, por su tamaño es muy fácil que acaben en el campo o en el mar.
Para las luces, la mejor alternativa es usar LED, y si puede ser con temporizador, mejor, pues así reduces y controlas las horas de encendido (en serio, las casas que dejan las luces 24/7 encendidas...¿para qué?). Así evitas dejarte las luces encendidas por error y reduces el riesgo de incendio.
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Así a grandes rasgos, hemos repasado tres grandes puntos de las Navidades en los que podemos aportar nuestro granito de arena. Soy consciente de la dificultad que supone, tanto por el sistema en el que vivimos, en el que ni la mayoría de los comercios ni la mayoría de la población está concienciada al respecto. Pero tan solo tenemos que hacer un pequeño esfuerzo para aportar nuestro granito de arena. Porque al final, el año es nuevo, pero la tierra en que vivimos sigue siendo la misma y tenemos que cuidarla.
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