Lo primero fue buscar una libreta adecuada, ya que quería que pudiesen pegar los dibujos en formato A4 que hacemos en nuestra escuela de verano. Estas libretas se utilizan a menudo en las escuelas Waldorf, y en otras semejantes donde son los niños los que elaboran sus propios apuntes de clase.
De este modo, busqué en la página web de Navara, aprovechando que iba a comprar la lana cardada para hacer las hadas Waldorf. Allí encontré libretas de colores, con páginas de seda intercaladas, para preservar mejor los dibujos.
Lo primero que hacemos es decorarlas y forrarlas para que aguantes más. Cada una, su estilo.
Otro día hicimos una actividad que consistía en hacer una pequeña obra de arte con cuadrados de cartulinas o papel de colores. Elegimos tres colores diferentes, y cortamos cuadrados o rectángulos de diferentes tamaños. Luego los pegamos unos encima de otros según el tamaño.
A partir de aquí, la creatividad manda.
Cuando se ha terminado, lo pegamos en nuestra libreta de verano.
El resultado queda así. ¡A seguir dibujando!