Vuelven las gominolas de creatividad, este espacio donde os cuento qué es lo que en mi opinión despierta la creatividad de las personas en general, porque claro, luego cada una tiene sus cosillas, manías, peculiaridades, rarezas, excentricidades, marcianadas, o razones para ser detenido por las fuerzas de seguridad.
Como ejemplos de inspiración creativa más o menos mundanos tenemos a Gertrude Stein escribía contemplando vacas, Woody Allen redondea los argumentos de sus guiones tomando duchas de 45 minutos, y Martina Abramovic bebe agua cada 45 minutos, de día y de noche, para así afrontar las siete horas estáticas en su performance “La artista está presente”
Ejemplos de costumbres-manías de artistas podemos encontrar en internet hasta aburrir, pero tan personales son que dudo que puedan inspirarnos.
Yo hoy, humildemente y en mi pequeña dimensión, voy a contaros qué hago para inspirarme, para obtener ideas definitivas, y se puede resumir en una palabra:
- rodearme – (literalmente)
Cuando decido que un determinado material esté presente en varias de mis piezas (¿os había contado que a partir de septiembre empezaré a crear bolsos para mi tienda online?) suelo tener una pequeña muestra siempre en la mesa. Así cuando ideo, escribo, respiro, decido, combino, leo, o me desespero, tengo ese pequeño objeto a mi lado, cambiando de sitio conforme voy necesitando espacios, y las distintas situaciones me van trayendo ideas.
El ejemplo más evidente de ello últimamente ha sido este retalito de cuero engrasado, tan sólo su fragancia me inspira. Desde hace unos días le he añadido una tela verde militar. Hastas septiembre no empezaré, pero las ideas van bullendo.
Las listas también son fuente de inspiración, con ellas realizo una especie de micro brainstorming individual: cada vez que algo se me ocurre, por absurdo o poco prometedor que pareza, lo anoto. Muchas de estas ideas las descarto con el tiempo, de hecho la mayoría, pero como el único requisito para que pasen al papel es que resulten viables, la lista es extensísima y como técnica me funciona.
Para crear mis listas recurro a dos sistemas:
el de los papelitos que tengo siempre a mano y voy juntando con una pinza. Esto lo suelo emplear para anotar ideas que quiero desarrollar en mis posts. Los tengo en el escritorio y voy seleccionándolos.
las libretas sobrias, sencilllas y bonitas que compro cuando tengo ocasión, en este caso las listas son más sistemáticas, y me sirven para desarrollar más contenido, hacerme esquemas,
Los libros retro también me inspiran, mucho más que las revistas de moda, con las que no suelo identificarme en exceso. Hace poco compré este libro en una librería de viejo: el volumen de labores de “La enciclopedia de la mujer”, la colección más retrógrada que he visto en la vida. Antaño la editaba Vergara, en mi casa la teníamos, y posteriormente fue Salvat. Sus textos, afortunadamente tan exóticos hoy día, y sus imágenes, son de lo más evocador.
La carta RAL de colores es otra cosa que me encanta y tengo a mi lado como las muestras de cuero y tela. Todavía no he logrado que me regale ideas, soy más de juntar telas y materiales para jugar con sus combinaciones, pero aspiro a inventarme osadas mezclas que quien sabe…
En resumen, todo se reduce a tener cerca de mi aquellas cosas con las que de un modo u otro quiero trabajar: materiales, colores, ideas…, y a costa de verlos y verlos todo el tiempo, como ciertamente no paro de pensar, me acaban estimulando.
Esta técnica a mi me funciona, es probable que tú también la utilices, y en ese caso estarás de acuerdo conmigo en que…
¡qué difícil es tenerlo todo bien ordenado!
Y tú, ¿qué técnicas utilizas para inspirarte?, ¿nos las desvelarías?. Yo ya te he contado las mías y aquí te traigo algunas de las publicadas:
¿Te atreves a cumplir tus sueños?
Aprendiendo del leñador
Olvídate de Pinterest
Busca la imperfección
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