Esta idea es perfecta, tanto para San Valentín, como para el orden en la cocina del día a día, ya que puedes poner en cada bote o frasco lo que contiene su interior.
Simplemente necesitas recipientes de vidrio que tengas para reciclar, una pistola de silicona caliente con la que escribir el relieve y pintura de spray para rematar.
¡¡ME ENCANTA!!