¿En qué consiste?
La técnica de aerografía consiste en una pistola de pintura conectada a un compresor de aire que realiza un disparo de aire con pequeñas gotas de pintura. De esta forma, el disparo de un aerógrafo deja un color limpio y uniforme.Entre las múltiples ventajas de la aerografía está el detalle que podemos llegar a conseguir, algo imposible mediante el pincel, el lápiz o las ceras. Además, permite cubrir grandes superficies en menos tiempo, siendo perfecta para murales de habitaciones o fachadas.
Al mismo tiempo, su uniformidad es perfecta para los fondos y, al poder controlar la cantidad de pintura, podremos controlar completamente el volumen y la profundidad de la obra.
Como consejo básico para empezar, te recomendamos que pruebes todos los materiales previamente, para saber cómo se comportarán juntos. Además, antes de accionar el aerógrafo sobre la superficie final, es aconsejable que hagas un pequeño disparo de prueba sobre un papel como una hoja de periódico, para dominar correctamente en grosor, la fuerza, el color y la intensidad del resultado final.
Técnicas de enmascaramiento
Para dominar bien la técnica, es fundamental saber lo básico de enmascaramientos. Los dibujos se harán a partir de capas de pintura y será con el enmascaramiento con lo que marcaremos los bordes de cada color.Para ello puedes utilizar plantillas prediseñadas o crearlas tú mismo a partir de cartulinas y cinta de carrocero. Pero recuerda, la aerografía se basa en el aire y la pintura que se mueve a través de él. Si no fijas bien el enmascarado, !puedes acabar con un desastre en casa!
Problemas y soluciones para la aerografía
La palanca se ha atascado. Este problema puede tener dos causas. Si hay pintura dentro del mecanismo, deberás limpiarlo correctamente. Si lo que ha sucedido es que se ha roto el muelle o la válvula de aire, tendrás que contactar con el proveedor de tu aerógrafo.Se forman burbujas con la pintura. Para ello deberás cambiar la junta anular si lleva una boquilla autocentradora o la boquilla, si tu aerógrafo tiene una roscada.
Sale tinta sin que accione la palanca. Suelta el tornillo que fija la aguja y pincha muy despacio en el agujero de la boquilla. Recoloca de nuevo la aguja y, si el problema persiste, repite la operación de nuevo.
No sale tinta. Puede que la pintura que hayas usado anteriormente se haya secado, así que es mejor que limpies la punta de la aguja.
La pintura cae en el lienzo y crea gotas indeseables. En ocasiones, la pintura resbala y crea una mancha muy fea. Intenta hacer las capas de pintura más delgadas y, sobre todo, no olvides dejar secar bien cada una de ellas antes de aplicar la siguiente.
Manchas y borrones. A veces quedan gotas sueltas en la aguja, resultado de los parones en el trabajo. Para evitar que estas gotas salgan volando al volver a trabajar y nos lo estropee todo, para el suministro de aire solo después de cerrar la boquilla empujando la aguja hacia delante. Otra opción es que la copita o recipiente de la pintura esté demasiado lleno, sobresalga por el aerógrafo y caiga en nuestra obra con nuestros propios movimientos. Recuerda no llenar del todo el depósito.
Líneas irregulares. Este problema suele venir de una aguja o boquilla en mal estado, así que la única solución es repararla o sustituirla.
Ahora ya sabes todo lo básico de la técnica de la aerografía. Recuerda que puedes usarlo en múltiples formatos y materiales, pero infórmate bien del tipo de pintura que mejor convenga al material sobre el que vas a pintar. Evidentemente, no utilizarás la misma pintura para un mural en yeso que para un dibujo sencillo en un folio. Ya puedes expandir tu creatividad con una nueva técnica. Todo está en tus manos.
Agradecimientos: Artekaos, Mario Ragona, Martin Whitmore y soni-art.