Ya podemos emplear la pieza en los montajes de bisutería más glamourosos, y en toda clase de objetos, como llaveros, posavasos y tiradores de cajoncitos. !Cualquier cosa que nos apetezca iluminar con un toque de magia! La técnica llamada ‘murrina’, procedente de la Italia renacentista, saca el máximo partido a la arcilla polimérica, y una de las grandes expertas en el foro, Eleojota, nos enseña paso a paso cómo hacerla.
He aquí el cautivador montaje de nuestra amiga Eleojota con arcilla polimérica. ¡Vamos a seguirla paso a paso en la tarea!
"Una vez conseguido el degradado, lo pasamos nuevamente por la laminadora cada vez más fino hasta que obtenemos una tira estrecha y fina. Disponemos la tira en zig-zag en sentido horizontal para hacer un bloque, y lo cortamos por la mitad".
"Reducimos los bloques resultantes hasta obtener un tubo bastante fino, que dividiremos en ocho tubitos iguales, y los recubriremos parcialmente con una lámina de rojo. Damos forma de gota a los tubitos", sigue explicando nuestra forera Eleojota.
El plan de la artista es modelar un pececito, que va cobrando vida ante nuestros ojos. "Ahora con esos tubos en forma de gota haremos las escamas del pez: los cortaremos en fragmentos de unos 2 cm de largo, que será el grosor de la murrina antes de reducir, y los disponemos formando el cuerpo del pez. Con un trozo de la otra mitad del bloque inicial damos forma a la cabeza, y la acoplamos al cuerpo".
"Rodeamos un lateral del pez con una lámina de color rojo, para darle un poco de sombra. Añadimos los ojos, que serán dos tubitos finos negros. Es importante que todas las piezas tengan la misma altura, unos 2 cm aproximadamente".
"Modelamos las aletas con el resto del bloque inicial. Hacemos unos cortes para introducir láminas blancas, damos forma a las aletas laterales, y las acoplamos a ambos lados del cuerpo".
"Hacemos otro degradado del amarillo al rojo y esta vez lo enrollamos empezando por el amarillo para que este color quede en el interior del rulo. Cortamos el rulo en 8 partes iguales e introducimos láminas un poco más cortas que el radio de la circunferencia, para que no lleguen al centro. Volvemos a unir las partes del tubo y lo cortamos de nuevo en 4 partes iguales, pero por otro sitio distinto, dejando dos rayitas blancas en cada corte".
"Dividimos cada sección del círculo en dos partes a lo alto y las deformamos para crear con ellas la cola". Seguidamente, Eleojota rodea con pasta traslúcida blanca todo el contorno del pez, utilizando palillos para adaptar bien las formas y dejarlo todo bien acoplado. "El secreto para que la murrina quede bien después de la reducción es que el relleno sea perfecto, sin dejar huecos ni deformar el dibujo, así que este paso requiere muchísima paciencia. Las zonas más delicadas las rodeé con una lámina de grosor medio, y para las superficies más grandes utilicé rulos de pasta y láminas más gruesas".
Toca ahora rellenar con mucho cuidado todo el motivo alrededor, hasta darle forma lo más circular posible. ¡La habilidad de nuestra amiga nos tiene fascinados!
"Y ahora empieza la parte más complicada, que es la reducción. Requiere muchísima paciencia, porque si vamos muy deprisa nos podemos cargar todo el trabajo que hemos hecho. La mejor manera de reducir es ir apretando el círculo con una mano mientras con la otra presionamos ligeramente el centro por arriba y por debajo, y le vamos dando vueltas poco a poco para reducir de forma regular". Vemos aquí dos momentos del proceso de reducción. "La verdad es que da bastante angustia ver cómo se va deformando el dibujo en los extremos", confiesa Eleojota.
"Pero luego cortamos por el centro... ¡y voilá! Cortamos y reducimos hasta tener varios tamaños diferentes, acompañamos con otra murrina en espiral de blanco y translúcido en dos tamaños diferentes, y éste es el resultado".
"Ahora sólo me queda la aplicación de la murrina en algún lado". Y vemos dos trabajos ideales, un lapicero forrado y un conjunto de colgante y pendientes. ¡Somos incapaces de elegir, nos lo quedaríamos todo! Enhorabuena, artista.