La tela interior es un rectángulo de forro polar, también reciclado, a partir dedos piezas de una chaqueta, cosidas en el medio.
La exterior, múltiples recortes de tejido unidos entre sí con un festón. Última vez que tiramos sin pensar... Aguja lanera y lana azul celeste, del color del forro.
Formamos un patchwork con piezas irregulares.
A medida que juntamos nuestras piezas, vamos midiendo la composición sobre el forro para que lo cubra por completo.
Cuando conseguí dos piezas iguales las uní con spray termoadhesivo, pasando la plancha. Con una fina capa confiere una fijación ligera, manteniendo las dos capas unidas pero sin restar flexibilidad.
Así también me resultó más cómodo coser todo el borde.
En lugar de cerrar el cilindro, lo dejé abierto, con tres broches metálicos de imán para poder usarlo en diferentes posturas. Aquí van algunas:
Conste que era para mi hijo pero viendo cómo queda, no sé quién le va a car más uso...
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