Parece que ahora está refrescando un poco más, y aunque aquí por el sur no lo estamos notando mucho sí están los días más grises y húmedos. Seguro que como a mí os apetece ropa más calentita, y aunque no sepáis tejer, podeís hacer un cuello o infinity scarf con vuestras propias manos y en muy poco tiempo. La forma más fácil de tejer un cuello de lana es con la técnica llamada “arm knitting”, que se refiere simplemente a tejer con las manos y enrollando la hebra en los brazos.
Lo bueno de los cuellos es que son realmente prácticos para toda la familia y más cómodos que las bufandas tradicionales.
Si seguís este vídeo ya veréis lo fácil que resulta. Al principio parece un poco lioso, pero en un par de intentos mecanizaréis el movimiento. ¿Tiempo? Pues no llega a una hora para novatos, y según el vídeo unos 30 minutos. Así que en un ratillo podéis salir de casa estrenando.
Este cuello lo he hecho de dos vueltas, empleando tres ovillos casi enteros del número 8. Si preferís que sea de una sola vuelta necesitaréis solamente la mitad de la longitud o menos, por lo que podeís entreteneros y desliar un solo ovillo para formar varias hebras con él. Yo escogí tres ovillos y para obtener hebras gruesas, tomé una de cada ovillo combinando dos tonos de gris, uno azulado y otro tostado. Si elegís una lana más gruesa, probablemente solamente necesitáreis dos, o uno si es extra gruesa.
Lo que sí os recomiendo es que tenséis un poco el tejido, porque si no el resultado será demasiado suelto, perdiendo forma el trenzado del patrón.
Por poner una pega, diría que este tipo de tejido invernal tan suelto puede ser un poco engorroso en abrigos con botones o hebillas, pendientes largos, etc. ya que es fácil que se enganche. Pero siendo consciente de ello no da muchos problemas.
Espero que os haya gustado esta tarea tan sencilla y que os animéis a intentarlo. ¡A seguir creando!