La tela debía ser sufrida y acolchada. Este estampado a ambas nos pareció perfecto tanto por su temática tan afín a ella como por el colorido, sufrido y alegre a la vez.
Quería que fuera como un bolsito, con asa ancha y regulable, para llevarlo al cuello o como bandolera.
También era necesario un bolsillo para las pilas.
Un requisito también importante era el cierre, ràpido y cómodo, para no perder el tiempo ni dejar escapar alguna instantánea.
La cámara va bien protegida y aunque yo quería dejar el espacio holgado, quizás haya sido demasiado. No sé, ella dice que no.
Ea, dispuesta a recorrer el mundo y fotografiarlo.
¡¡Feliz semana!!