“que hablen de mí auque sea mal”,
Con este envoltorio que he ingeniado sorprenderás de principio a fin
primero porque no deja ver el regalo, hasta ahí normal,
segundo porque parece comida raruna, ¿quíen regala un yogur de aniversario de boda?,
y tercero porque es peculiar y se puede seguir utilizando, tiene una segunda vida.
Y ahora vamos a ello, que es muy facilito pero tiene su aquél, detallitos cruciales a tener en cuenta.
Para este packaging tan especial seleccioné tres envases de vidrio y tres colores de pintura. Ya de entrada os digo que uno de ellos, el más chato, me gustó menos, siempre ha de haber un perdedor.
Necesitamos:
tarro de cristal
pintura
plástico adhesivo de colorines (más abajo te ofrezco alternativas)
tela o papel resistente
cuerda
tijeras y lápiz marcador
una paño húmedo que no se ve aquí
cuidadín de no ensuciar
1. Vertemos pintura en el frasquito, más vale quedarse cortos pero al final te quedarás larga, así que a continuación lo inclinaremos sobre el bote en el que teníamos originalmente la pintura para que chorree el sobrante, y
OJO: no lo dejes secar mucho tiempo porque de lo contrario la pintura secará, se hará dura, se descascarillará al quitar el sobrante será un infierno, lo tendrás que corregir, maldecirás, desearás haber comprado una cajita en los Chinese, y toda la ilusión con la que empezaste se irá por la borda. Bueno, no sería tan grave, pero ¿a que te he convencido?
2. Cuando ya ha chorreado toda la pintura limpiamos el bordecito del frasco para que quede bien aseado y terminado. No importa que la pintura continúe fresca, pero cuidadinnnn.
3. Recortamos trocitos de adhesivo de colores transparentes, yo tenía estos flúor, pero pensé que también vale con retales de pegatina, o cualquier superficie adhesiva de la que tengais unos restos, por ejemplo washi tape (que tal vez no dure mucho tiempo en su sitio si no es del bueno), trocitos de tela autoadhesiva, restos de un vinilo…, lo que sea que os guste, que pegue, que combine con la pintura, y que tengais por ahí disponible, toooodas esas condiciones han de cumplirse ;-)
4. Los vamos pegando a nuestro antojo, yo me decanté por un diseño geométrico y minimalista, pero se puede adaptar a los gustos de la persona que pretendemos soprender, incluso con motivos infantiles, la inicial de su nombre, líneas rectas o cruzadas… las posibilidades son infinitas.
5. Lo dejamos secar, puede tardar bastante, la unica pega que esto tiene es que no vale para improvisaciones, impossible to do
6. Y aquí viene el cambio de idea. La tela que corté como tapa no me gustaba una vez finalizados los tarritos, así que pensé que un grueso papel craft para dos de ellos sería una opción estupenda, y lo fue ?.
Cuando la pintura seca sólo queda introducir el regalo, poner la tapita elegida, y atarlo con cuerda. Más sencillo imposible, es un cortar y pegar, eso sí, requiere un tiempo de secado inexcusable.
Como os contaba antes, el más chato no me gustó, por eso lo dejo ahí, más apartadito, me siento hasta culpable de dejarlo de lado, pobrecillo.
Yo sé que lo sabeis, pero me quedo más tranquila si os digo que no conviene, prohibido, meter nada comestible tipo caramelos, bombones…, ni siquiera con una blonda de papel, o una bolsa de plástico dentro deberíamos hacerlo, plis, sólo para cositas que no van a ir a la boca.
Además si se trata de algo puntiagudo, o con mucho salientes, nos vendría bien, por ejemplo, forrarlo interiormente con una blonda, o rellenar con un poquito de papel de seda arrugado, o mejor en virutillas…, cómo me gusta preparar sopresitas :)
Nota: deberás evitar que la publicidad del vidrio quede visible, incluso descartar el bote si es necesario, le quita mucho glamour, muuuuuucho, incluso todo , ¿vale?
¿Te gusta esta opción?, ¿y este otro que hice para los más golosos?, ¿o uno que sea un regalo envuelto en más regalos?, eso sería genial, igual que una cajita monísima, un packaging de origami, envoltorio de furoshiki, o el que una artesana te prepararía con tanto amor que penita de daría abrirlo, también son muy buenos, excelentes pero este además es distinto, útil y sorpresivo.
¿Te apuntas a hacerlo?, si te lo regalaran, ¿para que lo utilizarías después?
* Este diy reciclador está dedicado a Ana Belén Bustillo, que a través de facebook lo pidió respondiendo a mi pregunta, ¡viva Ana Belén!. Otras reseñadas han sido Susana Gómez con esta lata reinventada de las buenas ideas, y Mayte Bp, que pidió ideas fáciles con niños.
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