A todas nos llega el momento, más tarde o más temprano, en el que ese cochecito de bebé que con tanta ilusión compras y decoras y que te cuesta una verdadera pasta, se convierte en un trasto pesado que no hay manera de moverlo. Es este momento en el que empiezas a renegar de lo que te supone montarlo y desmontarlo cada vez que coges el coche, de lo que te cuesta entrar por algunas puertas o pasar a los probadores en las tiendas, del espacio que ocupa en casa o en el maletero, de que el niño no se queda completamente sentado en la silla… y un largo etcétera de contras que le vas descubriendo conforme van pasando los meses.
Nosotros llegamos a este punto este verano cuando descubrimos que nuestro enorme carrito no cabía por el portal del apartamento de la playa (teníamos que desmontar una rueda cada vez que salíamos a la calle), por no hablar de los malabares para caber en el ascensor…. así que era el momento de pasar a Iván a la silla ligera.
El cambio no fue fácil para él al principio, ya que estaba acostumbrado a ir mirando hacia nosotros y ahora debía ir mirando hacia el mundo, pero el verdadero “inconveniente” (tampoco es para tanto, pero tenia que tener alguna excusa para hacerle esta colchoneta para silla de paseo tan chula ) vino al entrar en la guardería y encontrarme ¡6 silletas igualitas a la suya!. Pensareis “es lo que tiene cuando compras el carro de moda que lleva todo el mundo”, y es cierto, pero también es cierto que después de llevar un armatoste durante 8 meses buscábamos el que mejor plegase de todos…
Así que para hacerle más fácil a mi chico la tarea de reconocer su silla sin mucho esfuerzo entre todas las posibles de la guardería, me dispuse a confeccionarle una colchoneta para silla de paseo lo más colorida y cantosa posible. Las que leéis el blog habitualmente, sabéis que yo soy mucho de colores pastel, tierra, beiges, blancos y suavitos en general pero como ya os he comentado en alguna ocasión, a Iván le pirran los colores así que no cabía duda de la tela que iba a utilizar.
Para el proyecto de esta colchoneta para silla de paseo necesitaremos dos trozos de tela de 85 x 35 cm, yo he usado un popelín gordito para la cara azul y una tela de cretona (parecido a la loneta) para la cara de dibujos (la misma que usé para confeccionar uno de los Mei Tai que podeis ver en esta entrada) , un trozo de guata o boata de las mismas dimensiones, 3 metros de cinta al biés, un par de trocitos de velcro y como siempre, nuestros útiles habituales de costura.
Debéis tener en cuenta que las medidas, anclajes y puntos de apertura que muestro son para la silla de paseo Maclaren Quest, pero que la mecánica es la misma para todas las sillas ligeras. Si la vuestra es otro modelo distinto, solamente deberéis fijaros donde y cómo lleva los anclajes para ponerle velcro (si es el caso y si queréis, ya que este paso es completamente prescindible), y medir bien para hacer los ojales o aperturas en los sitios correctos.
Cómo hacer una colchoneta para silla de paseo -DIY-
Y cómo ya estaba en el lío me vine arriba y le hice también a conjunto unos protectores para los hombros…
Desde luego, con esta colchoneta y este resultado tengo más que seguro que siempre va a tener claro cual es su silla ¡entre mil que le pongan por delante!. Así hemos pasado de una silla de paseo sosa y repetida (hasta la saciedad) a una silla divertida y única.
Aparte del evidente cambio estético que supone incorporar a la silla de paseo una colchoneta, son de lo más útil para mantener la base original de la silla en perfecto estado, ya que lo que soportara lavado tras lavado y centrifugado tras centrifugado será la colchoneta.
¿Os animais a tunear vuestras sillas de paso? ¡Seguro que vuestros peques estarán encantados!
Besos,
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