Estos son los materiales que necesitamos:
Como primer paso pintamos las conchas y caracoles con pinturas acrílicas metálicas, combinando colores al gusto, yo elegí color bronce, oro y plateado, y si deseas un brillo extra, antes de que seque la pintura, deja caer un poco de diamantina dorada y plateada. Vamos a elegir las dos conchas mas grandes como piezas principales...
Con silicón, pegamos una de las dos conchas grandes en un lado del plato o de la tapa...
Cortamos tres tramos de alambre que sea semi-grueso y fuerte, el alto es al gusto, moldeamos de manera que podamos pegar en la concha de abajo con bastante silicón...
De la misma manera pegamos los extremos de los alambres que quedan en la parte de arriba, a la otra concha grande...
Aparte, cortamos cuadros pequeños de alguna botella de plástico desechable...
Forramos los alambres con silicón caliente, esperamos a que se enfríe un poco y pegamos los cuadros de plástico...
Aplicamos bastante silicón frío desde la concha de arriba, bajando por los alambres hasta la concha de abajo; también rellenamos con silicón el interior de la tapa...
Pintamos el silicón. Podemos hacerlo con pintura acrílica azul diluida con un poco de agua para dar un efecto semi-transparente; también podemos utilizar pátina, la cual aplicamos con un algodón...
Las conchas las decoramos pegando pequeñas falsas perlas, podemos utilizar algún collar viejo...
También pegamos piedras pequeñas en la orilla de la tapa, alrededor...
Y empezamos a pegar con silicón las conchas y caracoles, simulando que vienen cayendo de la concha grande de arriba...
Pegamos algunas conchas sobre las piedras...
Y listo! muy fácil verdad? si te ha gustado, te agradezco de antemano me ayudes a difundir mi trabajo compartiendo en tus redes sociales, hasta la próxima!
Fuente: este post proviene de Cestería Ma Isabel Gutiérrez, donde puedes consultar el contenido original.
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