El verano ya está tocando a su fin, sobre todo con este fresco que está entrando en muchos lugares de España, y ya sólo nos quedan algunos recuerdos de nuestro paso por la playa...
Si el año pasado me dio por la conchas (Ideas con conchas aquí) este año mi gran descubrimiento han sido los cristales o vidrios de mar.
Para los que no los conozcáis, los cristales de mar son trozos de vidrio procedentes de botellas que caen al mar y que el mar se encarga de pulir y convertir en bellos cristales que podemos recoger para coleccionar o bien hacer bonitas joyas.
Por lo visto hay verdaderos coleccionistas de cristales de mar, y los más valorados son los cristales más redondeados, ya que se supone que han estado más tiempo en el mar. Entre 10 y 30 años para dejar un cristal totalmente liso, sin aristas.
Dicen que estos cristales cada vez son más escasos debido a una mayor concienciación a la hora de reciclar el vidrio.
Yo tuve la suerte de encontrar uno por casualidad en una cala de piedras en la que estuve este verano, y empecé a rebuscar más entre las piedras...Al final me emocioné tanto que encontré unos cuantos, que podéis ver en esta foto.
Los hay de diferentes colores y son todos preciosos, ¿no creéis?
Con uno de ellos he decidido hacerme un colgante usando un cordón de cuero y un alambre dorado que compré en Tiger
El alambre lo enrollé alrededor de la pieza de cristal para poder colgarlo y hacer un cierre
Me gusta mucho cómo queda...y a esto se le puede llamar reciclar!
A ver si se me ocurre alguna otra cosa, aunque quiero aprender a hacer agujeros en el cristal, para que sean más fáciles de poder usar. Ya os contaré!
¿Conocíais estos cristales de mar? ¿Habéis cogido alguno este verano?
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