Desde hace dos semanas te he ido dando la lata en Instagram con mi chaqueta fucsia, que si Amancio me la iba a copiar, que si resultaba muy llamativa me buscaba un trabajo en el circo... Y a eso hay que sumarle los tropecientos Stories donde te he ido enseñando cómo avanzaba con la chaqueta ¡Siento que he compartido tantos momentos contigo durante la confección, que ya eres casi como de la familia!
Después de un par de semanas dándole al pedal y viendo la vida en color rosa, por fin la he terminado:
La chaqueta es de la Revista Patrones, número 318, modelo: Chaqueta 13
La única modificación que tuve que hacerle fue alargar las mangas 4 cm. Me quedaban un pelín cortas al doblar el codo y tuve que hacer el apaño. ¡Ah! y por cuestiones de estética, no le puse tantos botones (ni ojales).
Foto obligatoria imitando la pose de la modelo de la revista..
El modelo de la chaqueta es muy chulo y versátil porque se puede llevar con las solapas dobladas sobre sí mismas y abotonadas como se ve en la fotos o se pueden cerrar cruzando una solapa sobre la otra y abotonándola.
Las telas que usé son de Ribes y Casals, la exterior es un Algodón Satén en color fucsia y el forro lo elegí en color rosa (Realmente no es que eligiera el color del forro, es que dió la casualidad de que tenía en casa ese rosita y le iba como anillo al dedo)
Los botones fueron un gran dilema, primero porque no sabía qué color buscar y luego, cuando encontré la combinación perfecta con los botones dorados de estilo militar de La Tienda del Botón, me parecieron demasiado.
Cuando enganché los botones a la chaqueta con alfileres... Ufff, entre el color de la chaqueta y lo llamativos que eran los botones, parecía que llevaba un traje de luces. Fue una pena porque las dos cosas por separado me encantaban y juntas (en su justa medida) también, pero esta chaqueta llevaba demasiados botones para que las dos coexistieran de manera equilibrada.
Así que delante del espejo, con una depresión de caballo porque al final no me iba a gustar mi chaqueta fucsia, fui quitándoselos poco a poco y cuando solo me faltaba por quitar los últimos de abajo, me enamoré de golpe y se los dejé.
Sin esos dos botones, esta chaqueta no es nada, te lo aseguro.
¡Ahora me super encanta mi chaqueta fucsia de botones dorados! Me parece super chula y única, es lo bueno que tiene coser. Igual (en un futuro) me la hago en otro color, pero esta vez más discreto para que no parezca la misma y sea más combinable aunque mi novio ya me está diciendo que la haga en azul pitufo... ¡Me lo pensaré!
Bueno y ahora sí, con esta chaqueta participo en Malas Costureras y no me puedo ir sin agradecer todas las palabras bonitas que he recibido de la chaqueta. Me habéis tocado la fibra con todos los comentarios (casi al borde de la lagrimilla) y me ha hecho muchísima ilusión que os gustara tanto o más que a mí.
No nos conocemos personalmente, pero formáis parte de mí corazón...¡y ahora de mi chaqueta!
Fuente: este post proviene de Mis Primeras Puntadas, donde puedes consultar el contenido original.
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