Los materiales que he usado son sencillos: trozos de tela, hilo, rotulador, dos trozos de alambre, abalorios y cola blanca.
Como se puede ver en la foto, es un trozo de tela en la que he aprovechado el remate final para introducir el alambre. Luego he pintado con rotulador azúl unos adornos y con hilo azúl también he ido cosiendo de arriba a abajo puntadas largas.
Cuando llego al final, coso otro hilo aparte. Al tirar del hilo de las puntadas se encoje la tela como unas cortinas romanas. Junto con el hilo suelto hago la lazada.
Para finalizar pongo unos abalorios en los extremos del alambre. Este es el resultado.
Para la cortina grande de la otra ventana, hago la misma operación.
Pego las cortinas encima del marco con unas gotas de pegamento en los abalorios y así quedan ya colocadas.