La idea surgió después de verle a mi cuñada Inma un colgante muy simpático con una carita de una niña. Y como yo soy así de antojadiza, pues no tuve más remedio que ponerme manos a la obra para hacer uno del estilo del que ella tenía.
No se de qué material estaba hecho el de Inma, pero yo lo que tenía a mano en casa era pasta de modelar de los niños. Es una pasta de color blanca que endurece al aire y no mancha prácticamente nada (muy útil para ser usada por los niños sin peligro de tener que perder una los nervios).
Ya que me puse, decidí modelar dos caritas.
Aquí están justo cuando empecé a darles color.
Y el resultado final fue este:
Cuando hice el Mercadillo Navideño, me hicieron un encargo a partir de este último colgante. Su futura dueña quería que fuese una carita como esta, pero que en lugar de colgante fuese un broche, para poder llevarlo en la solapa sin tener que estar pendiente de que el colgante fuese dando golpes por ahí.
Así que me puse manos a la obra y esto fue lo que salió:
DELANTE DETRÁS
DELANTE
DETRÁS
Espero que os haya gustado cómo han quedado. La niña del lazo rojo, también la vendí en el Mercadillo, así que ahora mismo, sólo me acompaña la niña de la flor blanca. Tendré que hacerle alguna amiga para que no esté tan sola ;-)
Besos y hasta la próxima entrada!