No nos damos cuenta de cuantas cosas pasan por nuestras manos y mueren en la basura pudiendo tener una segunda oportunidad, pues bien, a esta y a otras cajas de fresas les he dado esa oportunidad de volver a ser útiles.
Esta en concreto es para organizar las cosas de manualidades que tengo sueltas en una caja más grande y a veces me cuesta encontrar.
Lo primero fue lijarla y darle dos manos de gesso chocolate, para tapar las letras que venían en la caja.
Usé la técnica de la vela para poder decapar mejor.
Pinte de blanco roto la caja dándole 3 capas para cubrir el color chocolate.
Lijé la superficie para sacar el color oscuro.
Pegué el papel al fondo de la bandeja y unos recortes del mismo papel en los costado de la misma. También añadí unos sellos y unas mariposas hechas con stencil, una plantilla también reutilizada de una radiografía.
Este es el resultado final...
Pensé en envejecerla pero en otro momento. Ahora solo me queda llenarla con todos los washi tape, los encajes y pasamanería, las cuerdas y todas esas cosas que solemos tener.