Es muy fácil, consiste en ir pinchando lentejuela a lentejuela, de manera que no quede ningún hueco blanco entre medias. Lo mejor es ir montándolas como si fueran escamas. Hay que tener un poco de paciencia, pero merece la pena el resultado, y no sólo en Navidad, puedes usarlas para decorar cualquier ambiente.
Como siempre, os dejo un vídeo de como se hacen y como quedan. Espero que os gusten.