Hoy en día el pintar con carboncillo se usa para proyectar el tema, la iluminación y sobre todo para dibujar la figura humana, normalmente desnuda. También es muy usado para realizar bocetos en cuadros de oleo, ya que es muy fácil de borrar posteriormente.
Pintar con carboncillo, es sumamente fácil, además que estos productos se vende en bastones que van desde los 5 mm de grosor hasta 1,5 cm del más grueso. Algunos de los famosos lapiceros de uso cotidiano están hechos también de carboncillo o de derivados. También podemos encontrar carbón en polvo en las tiendas de pintura que nos servirá para realizar difuminados o para mezclar con creta (lápices de color blanco).
Para usar esta técnica debéis de tener en cuenta que no se puede obtener un resultado demasiado preciso, ya que la punta se va desgastando por el roce, por esto no podremos pintar miniaturas. Lo siguiente a tener en cuenta es que suele estar destinado para pintar en estudio, luces y sombras y volúmenes. Por tanto es mejor elegir dibujos que permitan resaltar estos detalles.
Como os hemos dicho antes el carboncillo se borra fácilmente, así es sencillo realizar bonitos difuminados. Estos se pueden hacer soplando con fuerza sobre lo que hemos pintado, y así se correrá una parte del material. Otra forma es extenderlo con un dedo o con un trapito. Este recurso es ideal para dibujar sombras y relieves.
Ahora sólo os queda elegir el tamaño de barra correcto para el trabajo y poneros a practicar. Las fotos que habéis visto son los bonitos trabajos de nuestras amigas pekeke38, SILAGONZALEZ y virgitenerife.