¿Queréis pasar una tarde entretenida? Os proponemos este diseño tan llamativo con un preciosa bicicleta de paseo.
El recipiente utilizado ha sido un bote de Nesquik.
Lo primero que hacemos es limpiarlo bien para que no quede ningún resto de suciedad. Una vez limpio y seco, le damos dos capas de imprimación. Después del secado, aplicamos la pintura acrílica. En este caso, hemos mezclado blanco y verde (el empastado de colores lo hemos hecho sobre el bote, no en la paleta, para que se vea mejor el contraste de las dos tonalidades).
Ahora dibujamos la bicicleta con un lápiz (podéis calcarla de alguna imagen que tengáis, si no se os da bien dibujar). Y procedemos a pintar la bicicleta.
Por último, lo adornamos con cinta que imita al cuero y también cuerda, para que no se vea el aluminio del bote.
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