De tela:
Diminuto dentro de una campana roja que puede colgarse en el árbol:
En una bola de nieve:
O tan infantiles y divertidos como estos que ponemos en las habitaciones de los niños:
Hace dos años compré unas figuras muy, muy pequeñas en los puestos navideños de la Plaza Mayor de Madrid, y con ellas hice este otro Belén dentro de una caja de madera labrada:
Cada año suelo hacerme con alguno, aunque sea de imanes para la nevera, tan gracioso como este:
Tengo que decir que tengo una colección preciosa de figuras guardada, y que antes preparaba un belén elaboradísimo, con sus montañas, casas iluminadas, río con puentes y cueva, fuente con bomba de agua, un desierto, ... hasta un huerto con sus surcos y sus plantitas! Poner el belén era todo un ritual en casa... Sin embargo, los últimos años, la falta de tiempo y de espacio físico me ha hecho optar por estos belenes más recogiditos. Algún día volveré a ponerlo como sea y donde sea, porque es algo que echo muchísimo de menos.
Y entre estos más pequeños, tenía pendiente hacer un Belén en una teja, me parecen preciosos. Compré una teja de tamaño mediano y la pinté con una base muy oscura y después chalk paint encaje, haciendo un efecto muy, muy desgastado, como una especie de pared de cal muy deteriorada.
Mi marido me hizo una base gordita de madera con una hendidura para encajar bien la teja en ella con cola de contacto. Sobre la madera, pegué una plancha de corcho tosco previamente recortada al tamaño y la forma de la base.
Le apliqué varios tonos con esponja y pincel seco, y coloqué un trocito de valla.
Las figuras, muy baratitas, las pegué con la pistola de silicona.
Y aquí está mi Belén de este año. Sencillo, muy económico y que ocupa muy poco espacio e incluso se puede colgar:
Una estación más, me uno al reto "Las Cuatro Estaciones", correspondiente al Invierno, que organiza Inmaculada, del blog Perfileando.
Muchos besos!!!