Pero de repente un día me dije a mi misma “¿y por qué no lo haces tu?, tampoco puede ser tan difícil”.
Así que, ni corta ni perezosa, me fui al Almacén de Pontejos y compré todo lo necesario para forrar los botones en casa; fue todo un descubrimiento.
No os voy a decir que salió bien a la primera, porque forrar botones es de esas cosas que cuando le coges el truco son facilísimas, pero que tiene todos los ingredientes para que salga mal.
Así que, ahora que ya me sale solo, he pensado que quizá os gustaría saber cómo hacer y tener algo de ayuda para que os salga perfecto.
Así que aquí os dejo un tutorial muy sencillito para que lo hagáis sin problema.
Espero que os guste y os ayude mucho.
¡Un abrazo muy fuerte!