Existe una rama de la confección que cobra vida en un sentido muy especial: los animalitos de trapo. Es algo mágico ver cómo aparece una criatura simpática y entrañable, dispuesta a convertirse en el mejor amigo de un niño, a partir de unos simples trozos de tela. Gradusa nos enseña la magia que duerme en unos pequeños restos de fieltro.
Estas son las piezas que necesitas para crear el vivaracho perrito de Gradusa: dos para el cuerpo, dos para el interior de las patas, y la pieza en forma de cruz. "Si la tela o fieltro tiene derecho y revés, lo tendremos en cuenta a la hora de cortar las piezas dobles, haciendo una para cada lado".
Esta misma foto sirve de patrón, sólo tienes que guardarla, imprimirla al tamaño que te apetezca, y calcarla sobre la tela.
Gradusa explica que, aunque parecen simétricas, estas piezas tienen delantera y trasera, como puede comprobarse poniéndolas encima del cuerpo. La artista nos comenta que ha utilizado para su mascota unos restos de fieltro blanco
“Unimos el interior de las patas, derecho contra derecho, ya que el centro quedará a la vista. Unimos a un lado del cuerpo y cosemos todo alrededor”.
La pieza en forma de cruz será la parte superior de la cabeza. La montamos de esta forma.
El perrito se va formando rápidamente ante nuestros ojos.
“Montamos la otra parte del cuerpo haciendo coincidir el rabito, las patas y la oreja. Cosemos alrededor dejando un trocito, rellenamos con guata y cerramos”.
“Le añadimos un collar, los ojos y listo, les confieso que como no tenía bolitas para los ojos los hice con dos alfileres”. Gradusa añade que apenas había trabajado antes con fieltro y se está enamorando de este material. ¡Una afición extremadamente contagiosa, como podemos apreciar en el alegre clan de perritos que pululan en el foro!