Hace poco una amiga me pidió hacer un codice antiguo. Bueno, lo que realmente ella quería era una Biblia antigua. Si me habéis seguido por un tiempo entonces sabéis que me van los retos, y este era uno de los grandes. Nunca había hecho ninguno, y tampoco era algo que me llamara demasiado la atención, por lo que no habría estado dentro de mi lista de proyectos pendientes.
Pero era una petición especial y aquí es donde empieza el reto. Cómo iba a hacer que algo nuevo pareciera viejo? Busqué en Google y encontré varios tutoriales explicando como hacerlo. Cogí un poquito de uno y un poquito de otro e hice mi propia versión. También busqué algunas imágenes pero no me gustaron porque estaban pensadas para códices y no para Biblias, hasta que por fin encontré unas páginas de aire antiguo y con buena resolución que debían haber sido parte de una Biblia. Perfecto!
Era el momento de buscar algo con lo que empezar, y la señorita A me dio una vieja agenda que tenía.
Os tengo que avisar de algo, los siguientes pasos parece que duren una eternidad! Os lo digo por si se os ocurre probar… luego no me culpéis.
Dividí la agenda por la mitad y arrugué cada página, una por una. Esto le iba a dar volúmen al códice.
Y sobreviví. Sí!! Pero la diversión acababa de empezar. Ahora tocaba pegar CADA página, os lo podéis creer? En un recipiente mezclé cola blanca con agua en una proporción 50-50, y lo apliqué con un pincel. En cuanto se iban pegando iban perdiendo un poco de volumen, pero suponía que estaría bien.
Era tan aburrido que estuve pensando en cómo acelerar el proceso, y probé de pulverizar la cola. Nada, no funcionó, así que me tocó seguir dándole al pincel.
Cuando estuvo todo pegado, lo dejé secar completamente durante varios días.
El próximo paso fue pintar la parte trasera de blanco. Usé la chalk paint casera porque se adhiere perfectamente a cualquier superficie. Cuando se secó le di de nuevo con la mezcla para pegar encima papel de cocina y crear unas arrugas que se asemejaran a la piel.
Después de que se secara, lo recubrí entero con pátina de anticuario.
Lo dejé secar (de nuevo) durante un día aproximadamente.
Y llegó el momento de pegarle las páginas de la Biblia y dejarlo secar. Los laterales los pinté de color plata y luego un poco de betún de Judea.
El color plateado debajo le da una terminación brillante muy bonita.
También le añadí un trozo de cinta
Y por fin quedó listo! Me alegró mucho que le gustara a su dueña, incluso a mi me acabó gustando! Realmente el esfuerzo mereció la pena.
Espero que también os guste a vosotros
Abrazos,
Pili
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