Pero cuando te conviertes en madre y tus hijos dejan de ser bebés, aprendes que una tarde de manualidades puede dar mucho juego. Empecé haciendo las manualidades (o deberes para padres mejor dicho) que mandaban de la guardería, después empezamos a hacer algunas manualidades fáciles con las niñas, generalmente que involucraran pintura, y así hemos ido aficionándonos a unas tardes creativas que, aunque no tengan un resultado perfecto, nos encantan.
Hace unos días mi hija me dijo que iba a hablar de los gatos en el colegio. Y que tenía que llevar fotos de gatos y escribir sobre ellos, pero quería hacer algo diferente. Me puse a pensar y cuando de repente la veo jugando con un bidón plástico de agua vacío, le pregunté
¿Y si convertimos esa botella en un gato?
Así que manos a la obra nos pusimos. Tenía que ser algo rápido, fácil y resistente, porque iba a pasar varios días en el colegio y teníamos que procurar que no se rompiera. Además, su hermana le dijo que el gato tenía que tener algo rosado, sino no iba a ser bonito, así que pusimos los materiales:
- botella plástica, en nuestro caso bidón de agua
- cartulina negra y rosa
- cola blanca o celo
- tijeras
- rotulador
Envolvimos el bidón en cartulina negra. El pegamento en nuestro caso no estaba en muy buenas condiciones, y terremoto mayor se pone muy nerviosa esperando que se seque la cola blanca, así que unimos los bordes con celo. Después cortamos tiras de cartulina rosa, cuatro cuadritos rosas que serían las patitas, y mi hija dibujo y recortó la cara del gato, que decidió iba a estar muy enfadado.
Pegamos una a una las tiras rosas (idealmente con cola blanca, nosotras también con celo)
Para las patas, doblamos un poco los bordes de los cuadrados, convirtiéndolas en unas patitas triángulo/rectangulares como veis en al foto:
Después le pegamos la cara en la parte delantera...y así nos quedó nuestro gatito enfadado (a mi me recuerda un poco al gato de Alicia en el país de las maravillas) No fue una obra de arte, pero si es una manualidad sencilla para hacer con niños, y que puedan jugar un rato con el bidón convertido en el animal elegido. Posibilidades hay infinitas, no tiene porqué ser un gato!
No te pierdas las manualidades de Otoño, o las que voy subiendo a Instagram. Nos leemos!
Lai