Mira te voy a proponer una cosa, echa la mirada atrás y piensa en las cosas que has hecho, yo por ejemplo recuerdo un viaje que hice con mis amigos a Los Pirineos a esquiar. Jesus, Fernando, Raul, mi prima Fany y yo, mi primer viaje lejos con los amigos.
Íbamos en un sólo coche, hasta los topes, con los sacos de dormir y las mantas por encima y no era porque tuviéramos frío, no, era porque no cabían en otro sitio. ¡¡Yo solo tenía 17 años!! ,lo pienso y me pregunto como mis padres me dejaron ir. Ahora que yo también soy madre soy consciente de lo que mis padres tuvieron que sufrir, sabiendo que iba a ser bueno para mi y que me ayudaría a madurar.
También recuerdo una tarde en la que mi amiga Maria José y yo paseábamos cerca de casa de su tía María, una mujer mayor que vivía sola. Siempre que pasábamos por allí le pedíamos naranjas y esa tarde debió ser que la señora estaba nostálgica y nos invito a merendar, recuerdo que empezó a sacar cajas con fotos súper antiguas y a explicarnos cada una de ellas, ¡María José y yo no conocíamos casi nada de esas fotos! pero la señora empeñada en describirnos cada lugar que aparecía en aquellas imágenes. Pasarón las horas y se nos hizo tardísimo. Cuando salimos de allí ya era de noche, íbamos la mar de tranquilas cuando nos encontramos con alguien y nos dijo que nos estaban buscando ¡¡madre mía la que se armó!! nuestros padres habían puesto al pueblo entero en alerta y nos estaba buscando todo el mundo (vale, puede que exagere un poco). Ese día mi padre me dio una gran lección, me dijo: Ana esta vez no te voy a castigar solo quiero que pienses en lo mal que lo hemos pasado tu madre y yo, ¡podrías haber llamado!! no recuerdo exactamente que edad teníamos pero sobre los 11 años.
Por lo mucho que sufren las madres por nosotros (y los padres también, pero en este post las protagonistas son las madres), por todo lo que hacen cada día para que seamos mejores personas y por las alegrías que les damos, por estas cosas y por muchas más las madres se merecen la luna, pero ya que eso es imposible ¿porque no agradecérselo con algo mucho más sencillo? un te quiero mamá.
Un te quiero mamá puede ir acompañado de muchas cosas y en especial en el día de la madre, como la típica comida familiar de esas buenas, buenas, con aperitivo, primer y segundo y plato, postre, café y regalazo.
Como sé que lo de la comida se organiza en familia y seguro que ya la tienes controlada te voy a ayudar a elegir el regalo, que suele ser lo que más nos cuesta.
REGALOS PARA MADRES a las que les parece que al día le faltan horas.
Planificadores semanales
REGALOS PARA MADRES COCINITAS y es que como los guisos de mamá no hay nada.
Organizador de comidas
Bloc de notas menú
REGALOS PARA MADRES FINAS a las que no les falta detalle.
Cuadernos Charuca
Libretas
Portaminas punta dorada
REGALOS PARA MADRES SOÑADORAS a las que les encantan las cosas bonitas.
Revista MOOI magazine
REGALOS PARA MADRES MODERNAS de esas que usan el whatsapp para preguntarte si vas a comer a casa.
Carcasas para móvil
Batería externa Lucia Be
Después de todas las ideas que te he dado ¿no me dirás que todavía no sabes que regalarle a tu madre? hay regalos para todos los gustos, para madres modernas, madres finas, madres organizadas, madres cocinitas y si te parece poco ves a la tienda, está llena de cosas bonitas para que tus regalos sean especiales.
Ah!!! prepárate y estate atenta al email porque estoy preparando un descargable para el día de la madre que te vas a caer de culo!!
Recuerda, dejando un comentario en esta entrada me estás haciendo muy feliz y si encima la compartes en tus redes redes sociales no te quiero ni contar.
Un beso y hasta la próxima.
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