Sí, la Navidad llegó y ya pasó, ya lo sé, pero, como dije en el post anterior, he tardado en escribir, pero no por ello, voy a dejar de enseñarte lo que he hecho. Y, como iba diciendo, llegó la Navidad y su Festival en el cole de mi peque, que iba de Pastora.
No sé si te lo he dicho alguna vez, pero me encanta la Navidad y toda su parafernalia, me gusta porque recuerdo las cenas y comidas familiares de mi infancia, la casa llena, todos reunidos, juntando mesas para poder sentarnos todos juntos. Recuerdo las risas, los abrazos y todo el cariño que fluía en casa, sobre todo, de los que ya no están, pero que siempre llevaré en mi corazón. Y, por ello, por mis recuerdos, intento inculcarle ese amor a mi pequeña, y pronto, a mi pequeño, que este año aún no se ha enterado mucho, ese querer estar con la familia y quererla, más si cabe, en esos días tan especiales.
Pero bueno, que me voy del tema, llegó la Navidad y a Mia le mandaron como tarea hacer un Belén, como a todos los de su clase, para adornar los pasillos del cole, y le dieron a San José, la Virgen y el Niño, en papel, para que los pintara y crear el portal, la verdad es que no teníamos muy claro como hacerlo, pero a papá, le vino una inspiración, y aquí está.
Reciclamos una caja de zapatos y utilizamos para hacer el portal, además, dibujos que saqué de internet de la mula, el buey y el ángel, que Mia, como los que le dieron en clase, también pintó. Palitos tipo a los de los médicos, cartulina marrón, paja y corcho, y lo pegamos todo con silicona caliente.
Mia, en el festival, iba de pastora, como te dije antes, para hacer un súper baile de un popurrí de villancicos.
Todo el traje está hecho a mano, no por mi, he de decir, y no sé quien lo hizo, la verdad, porque me lo prestaron, pero sí sé que está hecho con todo detalle, delicadeza y cariño en cada puntada, pues no es un disfraz de pastora, sino un traje regional, el traje de Extremeña de mi prima Leire.
Bueno mundo, espero que te haya gustado, besitos y ... nos vemos en la blogosfera.