Worsted for Wear: punto con humor

Worsted for Wear es un ?webcómic? creado por Rachael Anderson -una dibujante autodidacta que, por supuesto, es también una gran tejedora- con la participación de su marido, Josh. Las viñetas cómicas, publicadas con admirable periodicidad en la web del proyecto, están protagonizadas por Camden, ?tejedora obsesiva? que vive con su compañera de piso, JoAnn, y su gato, Zimmer. Las viñetas, no obstante, se han ido poblando de otros muchos personajes tejedores o a los que ha conseguido transmitir su pasión por el mundo tejeril. A nosotros nos ha recordado mucho a The Knit Princess, hasta el punto de que ambas protagonistas comparten piso y tienen un gato.

El cómic ha ido progresivamente abarcando múltiples temas no relacionados con el punto y el ganchillo. No obstante, la que sigue es una selección de algunas de las mejores viñetas tejeriles de los últimos meses, todas dedicadas a la tienda de lanas que piensa abrir la protagonista junto con una amiga.

(Haz click en las imágenes para verlas más grandes)



-Gracias por hacer de canguro esta noche. ¿Qué tal va el proyecto de tienda?

-Vamos a poder, en general, pero, honestamente, no tengo ni idea de cómo vamos a conseguir dinero para comprar lana.

-Con mucho gusto donaría parte de mi alijo. Sólo manda la señal al resto del grupo, y apuesto a que ayudarán también.

-¿Qué señal?

-Me refiero a, por ejemplo, mandar un mensaje.

-¿Cam?

-Está bien, te daré un minuto.



-¡Chicas! ¡No puedo creer que estéis dispuestas a donar vuestros alijos así!

-¿Y conseguir una pedazo de nueva tienda de lanas gracias a eso? ¡Merece la pena!

-En serio, chicas, no os lo podremos agradecer lo bastante.

-Si no puedes ayudar a una amiga con una tonta aventura de negocio, ¿para qué sirven las amigas?

-¡Ey!

-No, no, tiene razón.



-Está todo unido con saliva o chicle, pero creo que estamos listas para el negocio.

-¡Estupendo! ¡Que vengan los clientes.

-Creo que tenemos que encontrar una forma para que realmente, ya sabes, lograr que la gente sepa que existimos.

-¡Ya lo tengo, haremos que sea una exclusiva tienda de lanas secreta.

-¿Por qué hice negocios contigo, me lo puedes repetir?

-No tengo ni idea, soy muy mala para esto.



-¿Hola?

-¡Gracias por entrar! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!

-¿Podemos traerte algo? ¿Cupcake? ¿Masaje de pies? !Lo que sea!

-Yo… Yo sólo quería un poco de alpaca azul, ¿por favor?

-¡Claro! ¡Ahora te lo traigo! ¡Es tan emocionante tener un cliente! ¿Sabes qué? ¡75% de descuento porque eres tan guay!

-¡Coge un cupcake, coge un cupcake!

-Entonces, ¿cuánto hemos ganado con ella?

-¿Contando el descuento y los cupcakes? Doce dólares negativos.

-Eh, es un comienzo.



-Oh, me gusta ese gorro, Cam. ¿Dónde encontraste el patrón?

-¡Lo hice yo misma! ¿Genial, eh?

-Es muy mono. Deberías tratar de venderlo en Ravelry o alguna parte.

-No. Las cosas que hago estén llenas de tonterías y arañas. Nadie compraría algo mío.

-Yo lo compro.

-Lo admito, acabo de oír la parte final de la frase y trataba de parecer guay. Espero no haber dicho que compro algo raro.

-Lo siento, acabas de aceptar comprar mi mucosidad. Serán 400 dólares.

Anterior entrega.

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