Aquí estamos de nuevo y estoy encantada de volver a encontrarme con vosotros, de volver a publicar más asiduamente en el blog, de contaros tantas cosas... Empiezo por hacer un repaso de mis vacaciones que han sido intensas y que, un año más, este si duda el más especial, me han permitido desconectar y vivir infinidad de experiencias. En Instagram y el resto de redes sociales he compartido muchos momentos de nuestras vacaciones, pero me apetecía haceros partícipes de ellas a través del blog.
Ha habido tiempo de escaparnos al mar. De ver cómo Sofía experimentaba su primer contacto directo con el mar y os diré que jamás olvidaré ese momento. ¡Qué cara de satisfacción!
Qué ratos ha pasado junto a sus primas. Esta relación da para un post aparte, es increíble como, aún siendo tan pequeña, disfruta tanto junto a los niños, y por supuesto, en especial junto a ellas. Qué sonrisa esboza cada vez que las ve y cómo la gusta compartir todo y todos los momentos junto a ellas.
Ver estos atardeceres tan idílicos se convirtió en casi una rutina. No había día que no culminara con una estampa tan bella.
Dejamos atrás el sur, que no el mar, y nos escapamos unos días al norte. En concreto a Galicia, ahí empezó nuestra travesía norteña que nos llevó hasta Asturias y Cantabria. ¡Cómo me gustan estas tierras! Disfruto muchísimo por el norte, no hay un sólo verano que no me pierda unos días por allí, y este no podía ser menos. Nuestra travesía empezó en pleno contacto con la naturaleza, en el interior de la provincia de Orense.
También elegimos el interior de Asturias para iniciar nuestra particular travesía asturiana que nos llevó hasta Gijón, Oviedo, Cudillero, Avilés...
Qué parajes, qué pueblos y qué ciudades... Asturias no deja indiferente. Qué grandes momentos hemos vivido.
Y cuántos lugares hemos descubierto. De ellos os hablaré en próximos post.
A Cantabria nos escapamos un fin de semana, pero lo hicimos sin la peque. Una escapada de dos que disfrutamos mucho.
Nuestras vacaciones terminaron en Burgos, en mi tierra, donde hemos pasado unos días de máximo relax, en familia, con muchos reencuentros. Hemos estado en la casa de mis abuelos, en la misma en la que tan buenos ratos pasé yo en mi infancia y me enorgullece poder decir que Sofía ha disfrutado tanto con su bisabuela... Reconozco que tengo muchísima suerte.
Hemos exprimido al máximo el verano, no hemos parado ni un minuto y aunque hemos viajado mucho, también ha habido ocasión de disfrutar en familia de nuestras rutinas, de nuestro día a día... Tiempo para descubrir nuevos lugares en nuestra ciudad de los que también os hablaré en el blog. Septiembre viene cargado de novedades, de nuevas propuestas y sobre todo de mucha ilusión.
¡Nos vemos!