Hoy os presento una idea que puede parecer absurda de obvia que es. Tan obvia que, cuando la vi en la página web de otra persona, pensé : "¿Cómo no se me habrá ocurrido antes?!"
Se trata de convertir esto (unas rositas de plástico ensartables compradas a bajo precio):
... en esto:
... para poder hacer esto:
Esto, o cualquier otra cosa.
Me ha pasado ya muchas veces: voy a comprar abalorios de plástico, resina o madera, y no encuentro el color que necesito, o no tienen el aspecto que espero. Con las rositas de plástico de la foto del principio me pasó exactamente eso: las quería todas blancas, pero sólo quedaba un mix de varios colores en la tienda. Cuando se me acabaron las del color que me gustaba, no sabía qué hacer con las otras. Parecía que no pegaban en ninguna parte.
Pero entonces vi en un blog en inglés un post que podéis consultar aquí sobre cómo hacer chinchetas (pines) usando rositas de plástico casi idénticas a las mías, pintándolas con espray color oro. Y me encantó. Pero es que yo no quería hacer chinchetas (o no sólo). ¡Quiero hacer montones de cosas!!
¿MANOS A LA OBRA? ¡EMPEZAMOS!
Nota previa: mi humilde recomendación es que las piezas a "tunear" no sean de cristal.
No uséis nunca espray para disfrazar un accesorio de cristal a no ser que sea rematadamente horrible: las piezas de cristal tienen un valor superior a las demás debido a su más complicada elaboración. Estaríamos tirando dinero a la basura... ¡aunque nos las hayan regalado!.
Paso número uno: prepara el material.
Necesitaréis:
-Papel de periódico o de revista. Las cantidades dependerán de lo grandes que sean las piezas que queráis pintar.(Yo he empleado papel de hornear, que también vale, porque mis piezas eran pequeñas y porque en ese momento no tenía otro).
-Blu-tack. O arcilla moldeable apta para pegar cosas de poco peso en las paredes (como pósters). Suele usarse como alternativa a las chinchetas o pines. Si no encontráis donde vivís (pues dudo que se venda en todas partes), podéis usar plastelina (arcilla de modelar para niños) o arcilla polimérica.
-Espray del color que queramos. El mío es dorado metalizado, pues quería que las piezas parecieran bañadas en oro.
Paso dos: pega los abalorios al papel de periódico con la arcilla o blu-tack.
¿Por qué hacemos eso? Porque aquí una servidora ya tiene experiencia saltándose ese paso. Y lo que ocurre es que, bajo el rayo del espray, los abalorios se van cada uno adonde le apetece.
Queremos que las piezas estén fijas para que no se pierdan, para que no nos manchen nada y para poder pintarlas bien. Para eso, lo mejor que podemos hacer es pegarlas al papel de un modo que luego sea fácil de despegar (siempre puedes usar pegamento, pero después tendrás un problema para desenganchar las piezas sin dejar residuos en ellas).
Pegadlas espaciadas entre sí, para que podáis pintarlas cómodamente por todos lados.
Paso tres: nos vamos a pintar al exterior.
Al patio, al balcón... adonde podamos ir, pero fuera de casa.
Primero, porque hay menos posibilidad de estropear nada (las partículas de pintura en espray son muy volátiles, y podéis llevaros la desagradable sorpresa de ver que, más allá de los bordes del papel, ha quedado pintura).
Segundo, porque, por poco que sea lo que pintamos, no queremos arriesgar tontamente nuestra salud aspirando espray químico.
Si no tenéis otra opción que hacer el trabajo dentro de casa, cubrid bien la zona donde vayáis a realizarlo con papel adicional y utilizad mascarilla, o bien cubríos boca y nariz con un pañuelo. No vamos a pintar una nave industrial, pero ¡hay que ser precavidos!
Paso cuatro:¡pintamos!
Y una vez hayamos pintado bien todos nuestros abalorios, nos armamos de paciencia y esperamos a que estén secos del todo. Después podremos despegarlos del papel y usarlos para lo que queramos.
Dije que era sencillo, porque lo es, pero en lo sencillo a menudo está la genialidad. Espero que os haya gustado mi propuesta. Hasta la próxima y...
¡Felices inspiraciones a tod@s!