Con esto de la pandemia, una de las novedades ha sido que para trabajar tengo que llevar uniforme. Cuando me lo entregaron, todo blanco y soso, me parecióaburridísimo para estar con los niños, así que decidí hacerle algún cambio.
Cogí dibujos de mis hijos, de una de mis sobrinas y de algunos de mis alumnos y los calqué enla chaqueta del uniforme y los fui bordando de colores.
El resultado me encantó, porque aunque es discreto, por lo menos le da un toque de color y además tiene mucho significado, pues todo son dibujosde niños y niñas.
La idea es seguir poniendo algunos de los dibujos que hagan mis niños y niñas. Así que, aunque os lo enseño ahora, es un traje que todavíano está terminado.
Espero que os guste y podáisdecir “MIRA QUE MAJO”