El otro día me hicieron un encargo muy especial, de esos que, al principio, no sabes por donde coger, pero a los que poco a poco le vas dando forma y queda justo lo que la persona quería.
Se trataba de una bolsa para llevar los zapatos de baile. Tenía que ser una bolsa con dos departamentos, para que los zapatos no se rozaran entre sí y se estropearan, y debía tener un asa larga para poderlos llevar a las clases.
Bueno, el resultado fue justo el que la bailarina quería, y nosotros encantados de hacer realidad vuestros deseos y de crear cosas “MUY MAJAS”