Hay telas que te enamoran nada más verlas y que además, cuando las trabajas, todavía te gustan más.
Eso es lo que me pasó con esta tela dedicada a la música que compré en una feria a unos chicos franceses, y que todo lo que he hecho con ella ha quedado chulísimo.
Hoy os enseño un monedero un poco grande al que le puse una boquilla con unas perlas gordas y que le dan una enorme elegancia.
Hay veces que no necesitas nada más que una bonita tela para hacer algo espectacular, y esta de hoy es una de las que a mí más me ha gustado.
Espero que os guste y os parezca “MUY MAJO”