Hace poco nos encargaron una funda para un libro, una tarea nueva y que me dio unos cuantos quebraderos de cabeza, pero que finalmente salió adelante.
La tela elegida es una de la colección que tengo de tejidos africanos, traídas directamente de Gambia, y en la que predominan los tonos rojos y amarillos, y la hacen muy alegre.
La funda tenía que ser básicamente como un neceser, pero con una parte en medio mucho más ancha a modo de fuelle para poder meter el libro.
Bueno, como veis un encargo personalizado que espero que os guste y os parezca MUY MAJO