Una de las cosas que más me gustan es visitar tiendas de materiales para hacer mis trabajos manuales, y siempre que viajo a cualquier sitio lo primero que miro es si hay cerca alguna tienda que me puede interesar.
En una de esas visitas es donde descubrí esta cinta de rosas requetebonitas, en la que habían conseguido unos tonos marrones preciosos porque las habían teñido con té. Nada más verlas supe que me las tenía que llevar.
He tenido la cinta muchas veces en la mano observándola, tanto por las flores como por los colores, y finalmente me decidí a utilizarla en una elegante diadema.
A mí me encanta, y espero que a vosotros también os parezca “MUY MAJA”