Lo de este perrito fue un amor a primera vista. Lo había hecho Leticia, mi profesora y lo tenía expuesto en la tienda, además coincidía que mi amiga Vanesa me había pedido un perrito para su hija. Así que los planetas estaban alineados.
Lo siguiente fue la elección de las telas, una en flores de muchos colores y el contraste en rosa; después a sacar los patrones y a ir cosiendo trozo a trozo. Cuando es la primera vez que coses una pieza así, no sabes muy bien cómo va a quedar el resultado, sobre todo cuando has cambiado mucho las telas utilizadas respeto al modelo original.
Así que a mí el resultado me sorprendió y lo primero que me vino a la cabeza fue Puppy, el perro que está en las puertas del museo Guggenheim de Bilbao y que está cubierto de flores. Sin duda había sido una buena combinación.
A su dueña le encanto el perrito, le tendré que preguntar como lo ha llamado, pero seguro que ha elegido un nombre ?MUY MAJO?.