Era una de las cosas nuevas que quería hacer en este 2020, crearme una identidad nueva, completa y definitiva. Me apetecía algo distinto en comparación a mis otras identidades. Tenía ganas de dejar los tonos empolvados y ñoños (que conste que a mí lo ñoño me chifla) que me habían acompañado hasta la fecha y hacer algo distinto, más atrevido. Por supuesto el color sigue siendo uno de los protagonistas, y como en las veces anteriores, el amarillo sigue estando muy presente.
Otra de las diferencias es que esta vez no la he hecho un día, me he tomado mi tiempo y la he ido perfilando poco a poco. Estoy contenta con el resultado final, y muy concienciada de que esta sí es la definitiva. Además escribir este post me va a servir para comprometerme conmigo misma y no cambiar ni una sola coma hasta dentro de 3 o 4 años como mínimo. ¿Lo conseguiré?
Me encantaría que me dejaras en los comentarios si te gusta, se aceptan criticas, buenas y malas.
Nos vemos la semana que viene.